Falta de motivación, incapacidad de sentir gusto por actividades cotidianas y una sensación de insatisfacción profunda: así es la anhedonia.

 

Toda la música suena igual. No importa qué plato haya para comer, siempre sabe a lo mismo. El tráfico, las cenas en familia, el trabajo parecen no tener chispa. En fin: los gustos de la vida parecen mantener un mismo tono, que los iguala y los anula. Así es la vida de una persona con anhedonia: la incapacidad de sentir placer.

 

Proviniente del prefijo griego –an (que quiere decir “falta de“) y el término hedoné (que se traduce como “placer“), la anhedonia es un síntoma de un malestar más grande y profundo. Se presenta frecuentemente en pacientes con depresión o cuadros ansiosos prolongados.

 

¿Qué es la anhedonia?

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Es común confundirla con un trastorno mental en sí misma. Sin embargo, es un signo de un problema mayor, que impide al paciente percibir cualquier estímulo placentero. La calidad de vida de las personas tiende a decrecer significativamente, porque poco a poco pierde sentido: no hay nada que pueda motivarles, pues todo se siente igual.

 

No se trata de una apatía generalizada, sino de una anulación completa del bienestar y el interés por las cosas. Comúnmente, este síntoma está asociado a una perturbación en los procesos mentales de las personas, que les impiden una sensación de satisfacción en sus relaciones personales, desarrollo profesional o pasatiempos, que antes disfrutaban.

 

¿Cómo se trata?

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Este síntoma aparece a partir de una alteración en el sistema límbico, en donde se alojan las reacciones a las recompensas en el cerebro. Es ahí donde la acción de la dopamina se ve mermada, generando una falta de motivación en las actividades cotidianas.

 

Por esta razón, si se identifica una incapacidad generalizada de disfrutar actividades por las que se tenía una afición particular, una antipatía al sexo o una relación poco funcional con nuestros seres cercanos, valdría la pena acercarse a un especialista que pueda atender el caso específico.

 

De manera general, el tratamiento para la anhedonia está relacionado con fármacos que ayuden al sistema límbico a retomar su funcionamiento normal. Por otra parte, el seguimiento de fármacos está acompañado por un proceso de terapia psicológica. Entre las más comunes, destaca el acercamiento cognitivo-conductual.