El Reino Unido anuncia un nivel de alerta máxima e impone un confinamiento masivo en Londres y sus alrededores, debido a la nueva cepa de Covid-19 que consideran, es más contagiosa y está «fuera de control».

 

A partir del domingo 20 de diciembre, Londres y otras regiones del sur de Inglaterra entraron a un inédito nivel 4 de alerta por la emergencia sanitaria de Covid-19. En un duro mensaje, el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció la cancelación de cualquier festejo de Navidad entre miembros de hogares distintos y el confinamiento masivo de aproximadamente 12 millones de personas.

 

«Dada la evidencia inicial que tenemos sobre esta nueva variante del virus, y el riesgo potencial que representa, con gran pesar que debo decirles que no podemos continuar con la Navidad como estaba planeado», explicó Johnson el mismo día que el Reino Unido alcanzó un nuevo máximo histórico tras sumar 36 mil nuevos contagios en un día, la mayoría atribuidos a una nueva cepa de Covid-19 descubierta a principios de diciembre.

 

VUI-202012/01: así es la mutación de Covid-19 en el Reino Unido

 

«Desgraciadamente, la nueva cepa estaba fuera de control. Debíamos retomar el control, es la única forma de hacerlo, restringir los contactos sociales», explicó el Ministro de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, en una entrevista para Sky News el 19 de diciembre.

 

Tanto Hancock como Johnson dejaron entrever que los primeros resultados del análisis de la nueva cepa de Covid-19 arrojan una virulencia mayor. El grupo consultivo sobre amenazas nuevas y emergentes de virus respiratorios del Reino Unido (NERVTAG, por sus siglas en inglés) asume que esta cepa podría hacer del coronavirus entre 40 y 70 % más transmisible; sin embargo, aún no existe evidencia científica sólida para confirmarlo.

 

La primera noticia de la mutación del virus llegó el 14 de diciembre, cuando  anunció la evidencia creciente de que una nueva cepa de Covid-19 se extiende por el sur de Inglaterra.

 

La mutación genética del virus fue identificada en más de mil nuevos casos y aunque aún hacen falta pruebas para saber más sobre sus características, por el momento no existe evidencia científica de que pueda resultar más contagiosa, letal o resistente a las vacunas que comenzaron a aplicarse masivamente en el Reino Unido.

 

La variante de Covid-19 descubierta ha sido llamada VUI-202012/01 y los resultados preliminares demuestran que incluye algunas modificaciones en la proteína “S” en forma de espiga, la ‘llave’ que utiliza el virus para entrar a las células humanas.

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De ahí que se estén llevando a cabo estudios de emergencia para determinar si existe alguna alteración capaz de modificar el panorama ya conocido sobre el virus, especialmente la eficacia de las vacunas desarrolladas hasta el momento, diseñadas para reconocer la proteína S y desarrollar anticuerpos específicos para evitar su entrada a las células.

 

El coronavirus y las mutaciones

Las mutaciones son un proceso normal en cualquier ser vivo. La gran mayoría se trata de errores intrascendentes en el copiado de información genética y son especialmente comunes en los virus con material genético ARN (ácido ribonucleico) como el coronavirus, debido a que sus genomas son pequeños y poseen un sistema menos sofisticado para corregir los fallos que ocurren durante el proceso de replicación del virus.

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Hasta inicios de septiembre, el SARS-CoV-2 había mutado unas 12 mil veces, según una investigación publicado en Nature, un número que si bien a priori parece alarmante, significa una tasa de mutación baja comparada con otros virus:

 

“Muchas mutaciones no tendrán ninguna consecuencia en la capacidad del virus para propagarse o causar enfermedades, porque no alteran la forma de una proteína, mientras que aquellas mutaciones que cambian proteínas tienen más probabilidades de dañar el virus que de mejorarlo”, explica Ewen Callaway, autor del artículo.

 

Las mutaciones en Covid-19 son tan comunes, que incluso la cepa que comenzó con la pandemia se convirtió en un agente minoritario ante el aumento exponencial de contagios de Covid-19 provocados por una nueva variante llamada D614G, que protagonizó la primera ola de contagios masivos en todo el mundo a mediados de año.