EL HORARIO 966 SIGUE SIENDO UNA REALIDAD QUE DRENA A LA FUERZA LABORAL CHINA: DE 9 AM A 6 PM, 6 DÍAS A LA SEMANA, SIN ESPACIO PARA DESCANSAR.

 

venganza del desveloMillones de jóvenes en China son víctimas del horario 966, que consume la mayor parte de sus semanas. Rápidamente, este formato de jornadas laborales excesivas gobierna sus vidas, dejando poco espacio para el ocio y la socialización más allá del terreno profesional.

 

La pregunta natural que la fuerza productiva china se hace ante esta situación es la siguiente: ¿en dónde queda la vida privada de las personas que inician su vida productiva independiente? En este modelo, está casi anulada por completo. Por esto, surgió la venganza del desvelo.

 

«ME PRIVARON DE TODA MI VIDA PERSONAL».

Emma Rao se sometió durante casi tres años al modelo de trabajo que se basa en los horarios 966. Oriunda de Nanjing, tuvo que dejar su ciudad natal para vivir en el centro financiero de Shanghái, en donde le ofrecieron una oportunidad que no pudo rechazar: ocuparía un puesto ejecutivo en una farmacéutica internacional.

 

Al momento de aceptar el trabajo, nunca se imaginó que su desarrollo profesional ocuparía la mayor parte de su vida a partir de entonces. Además del turno extenuante, con un solo día de descanso, Rao tenía que quedarse varias veces a la semana para cumplir con horas extra.

 

A lo largo del día, se podía permitir poco tiempo para comer, asearse e ir a la cama. Durante meses, tuvo que sacrificar horas de sueño para tener un poco de espacio para su vida personal. En entrevista para BBC Mundo, Emma señaló enfáticamente que «Estaba casi deprimida», porque «Me privaron de toda mi vida personal».

 

«LA VENGANZA DEL DESVELO»

Emma Rao no es la única persona que padece de este fenómeno social. Por el contrario, es una constante en diversos países en los que grandes compañías trasnacionales incursionan. La incidencia tiene alcances, incluso, en la salud de las personas, y se ha propagado tanto que los chinos la han llamado «bàofùxìng áoyè«: la procrastinación a la hora de dormir.

 

Este aforismo se ha traducido como la venganza de quedarse despierto a la hora de dormir. Tras una publicación de la periodista Daphne K Lee, fue ampliamente compartido en Twitter. La autora hacía referencia al patrón de comportamiento que las personas siguen cuando no tienen control de su vida nocturna, por lo que se niegan a dormir temprano para sentir que tienen algo de libertad.

 

Naturalmente, Lee no es la primera en tocar esta fibra sensible. Ya hablaba sobre este fenómeno el filósofo coreano Byung-Chul Han, quien advirtió en desde la publicación de su ensayo La sociedad del cansancio (2012) este comportamiento abrasivo en torno al rendimiento.

 

De acuerdo con el autor, éste es uno de los pilares que cimenta el modelo capitalista de producción en el que, como sucedió con Emma, el individuo está sujeto a horarios y ritmos de trabajo aplastantes, que anulan por completo el desarrollo de una vida independiente al desarrollo profesional. De tal forma, esta es una condición social que masifica al individuo y de esta manera, lo sustrae de su capacidad política.

 

CANSANCIO CRÓNICO Y OTRAS CONSECUENCIAS

Esta manera de vengar un espacio que les ha sido arrebatado por las jornadas laborales eternas provoca una factura considerable en la vida activa de las personas. Además de traerles un cansancio crónico (que les permite rendir menos laboralmente), acarrea un costo psicológico y emocional importante.

 

Los jóvenes hacen su vida en torno al trabajo, nada más, sin tener un espacio para explorar otras necesidades que podrían atender de tener más tiempo libre. Es por esto que la venganza del desvelo se ha popularizado en las ciudades más densamente pobladas de China.

 

Sin embargo, el fenómeno se aprecia en varias capitales importantes del mundo, en las que las personas luchan por preservar algo del tiempo libre que necesitan naturalmente. En principio, no todo debería ser el trabajo. Hoy, ese tiempo ya no les pertenece.