Se trata de una de las estructuras más grandes del universo conocido: una enorme “pared” de galaxias.

 

Las galaxias no se esparcen al azar en todo el universo, sino que, a lo largo de gigantescas cadenas de hidrógeno, las galaxias se agrupan en grandes grupos de filamentos masivos, en lo que conocemos como la red cósmica, donde las galaxias se encadenan cual collar de perlas que rodea los enormes vacíos del cosmos. Cada filamento es básicamente una pared de galaxias, que se extiende por cientos de millones de años luz. Son las estructuras más grandes del universo conocido.

 

Unir la red cósmica es uno de los principales activos de la cosmología: contar con un mapa de este tipo no solo nos informaría sobre la estructura del universo y su interior, sino que también podría ayudarnos a comprender mejor cómo se formó el universo y cómo evolucionó con el tiempo.

 

Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto la presencia de una de las mayores estructuras cósmicas descubiertas hasta ahora por el hombre: un muro que se extiende a lo largo de 1.400 millones de años luz. Anteriormente, se habían identificado otras estructuras de este tipo, otros “muros” más grandes, como la Gran Muralla, la Gran Muralla Sloan, la Gran Muralla Hércules-Corona Boreal (que abarca 9.700 millones de años luz) y el Vacío de Bootes.

 

Pero esta en concreto, es especial. ¡Está muy cerca! La pared del Polo Sur, como ha sido denominada, estaba oculta a simple vista, permaneciendo sin ser detectada hasta ahora porque muchas partes de ella se encuentran a apenas 500 millones de años luz de distancia detrás de la brillante galaxia de la Vía Láctea. Es decir, nuestra galaxia nos obstaculiza su visión. No la hemos encontrado hasta ahora precisamente por eso: estaba escondida detrás de lo que los astrónomos a veces llaman la Zona de Evitación o Zona de Oscurecimiento Galáctico: el plano galáctico de la Vía Láctea.

 

¿Cómo se ha descubierto entonces?

 

Los estudios cosmológicos se suelen realizar midiendo el desplazamiento al rojo de los objetos: la velocidad a la que esos objetos parecen alejarse de la Tierra gracias a la expansión del universo. Cuanto más rápido retrocede un objeto, más lejos está; es decir, cuanto más lejos esté un objeto, más rápido parecerá que se aleja de la Tierra, una observación realizada por primera vez por el astrónomo Edwin Hubble en 1929 y que se ha mantenido desde entonces.

 

Los investigadores realizaron observaciones de desplazamiento al rojo como parte de su estudio del cielo, pero también añadieron mediciones de la velocidad de ciertas galaxias, que ilustran cómo interactúan gravitacionalmente entre sí. Esta técnica puede alertar a los astrónomos de masas invisibles que, si bien es cierto que normalmente se usa para investigar la materia oscura, también puede resaltar masas oscurecidas por la luz brillante. Como en este caso. Así, con estos datos, los científicos pudieron mapear el Muro del Polo Sur por primera vez en la historia.

 

El mapa resultante muestra una burbuja increíble de material más o menos centrado en el punto más meridional del cielo, con un gran ala de barrido que se extiende hacia el norte en un lado en la dirección de la constelación de Cetus y otro brazo más grueso opuesto en dirección de la constelación de Apus.

 

Eso sí, "no estaremos seguros de su alcance completo, ni de si es inusual, hasta que mapeemos el universo en una escala significativamente mayor", apuntan los autores.

 

Referencia: Daniel Pomarède et al. Cosmicflows-3: The South Pole Wall, The Astrophysical Journal (2020). DOI: 10.3847/1538-4357/ab9952