Los hongos pueden pasar desapercibidos, pero juegan un papel importante en el mundo y están llenos de misterios que la ciencia todavía no puede resolver.
Los hongos son tan especiales y tienen un papel tan importante en la naturaleza que fueron clasificados en su propio reino llamado fungi.
Los mohos, las levaduras y los organismos productores de setas pertenecen al reino fungi porque no tienen movilidad, producen su propio alimento y tienen una pared celular rígida, pero no hacen fotosíntesis.
Se estima que existen un millón y medio de especies de hongos en el mundo; sin embargo, solo el 10% de ellos han sido clasificados y el resto todavía son un misterio para la micología, rama que estudia los hongos.
Al hablar de hongos, se tiene la imagen popular de una seta blanca, pequeña y comestible con una cabeza ancha en forma de capuchón, pero en realidad existen de todos los tamaños y formas.
El organismo vivo más grande del mundo es un hongo ubicado en Oregon que habita en el subsuelo. Los científicos creen que abarca casi 6 kilómetros cuadrados y pesa 35 mil toneladas.
También existen hongos microscópicos potencialmente peligrosos como el causante del ‘Pie de Atleta’, la roya, que se come los tallos de las siembras de cereales, y es considerada un problema para la industria alimentaria, o el hongo Candida auris.
En 2019, Candida auris fue señalado como un problema de salud pública porque es un patógeno, a veces fatal, que ataca al sistema inmunológico débil y es resistente a varios tipos de medicamentos.
También existen algunos ejemplos curiosos, como los hongos radiactivos de Chernobyl, algunos que absorben partículas tóxicas de la naturaleza y los hongos alucinógenos, cuya legalidad está en proceso en algunas partes del mundo.
Después de que Chernobyl fue evacuada por el accidente nuclear, los primeros organismos vivos en aparecer fueron hongos que absorbían la radiación del reactor, como si fuera energía solar, y crecían gracias a ella.
Se ha comprobado que algunos hongos ‘limpian’ suelos contaminados con diesel y en 2014 descubrieron un tipo de hongo cultivado en pañales usados que reducían su peso y volumen en un 80%. Además eran comestibles.
Desde hace décadas, los hongos tienen un culto alrededor del mundo por sus propiedades ‘curativas’ asociadas a los tipos de hongos alucinógenos.
Hay personas de todo el mundo que viajan a las montañas del sur de México para consumirlos, estudiar sus propiedades e incluso hacer un estudio sobre la adoración a los hongos de los antepasados.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard trabaja desde hace años en un proyecto que estudia las propiedades medicinales de los hongos alucinógenos y actualmente hay una propuesta para legalizarlos, como el cannabis.
Aunque existen muchas personas renuentes al consumo alimenticio de hongos, cada vez se vuelven más importantes en la dieta humana.
Actualmente, una persona consume, en promedio, 1.8 kilogramos de setas al año en Estados Unidos; mientras que en la década de los 60, las personas apenas consumían medio kilo.
Pero el portobello o las setas blancas de supermercado no son las únicas especies comestibles. El hongo matsutake en Japón cuesta hasta mil dólares un kilogramo en las subastas exóticas.
La micología se ha vuelto tan importante que ahora existen foros especializados en internet para fanáticos amateur de los hongos que han creado un culto alrededor del reino fungi.
De acuerdo con biólogos expertos, entre más se conoce de los hongos, también arrojan más misterios.
Los científicos saben cómo crecen y se reproducen, pero todavía no entienden cómo desarrollaron sistemas tan complejos para controlar, coordinar y aprender nuevos comportamientos evolutivos y de crecimiento.
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Los hongos existen desde hace millones de años y, si hubiera una nueva extinción masiva en la Tierra, probablemente sobrevivirán.
