Algunos Priistas están iracundos, están convencidos de que la reelección de Alejandro “Alito” Moreno, al frente del ´PRI es la muerte anunciada para el poderoso partido tricolor que dominó en México por siete décadas, hoy debe conformarse con ser la tercera fuerza, después de Morena y del PAN, esos priistas que se desgarran las vestiduras por la falta de una democracia interna que jamás practicaron ya están publicando la esquela de la muerte de su partido del que hoy se dicen marginados.

 

Más aún ya designaron a “Alito” Moreno, como el enterrador oficial bajo el supuesto de que su proyecto de relanzamiento y refundación del partido bajo un nuevo nombre dicen que nacerá muerto por la falta de consensos.

 

Curioso que sean personajes como el peñista Aurelio Nuño, quien salga a darle los santos oleos al partido en el que no es militante de verdad y del que ahora reclaman hasta su paternidad, quizás al ex jefe de la oficina del presidente Enrique Peña Nieto, se le olvida que fue precisamente su jefe político,  que hoy vive su impune y plácida vida en España, a quién le asiste todo el derecho a reclamar el infinito honor de ser el verdadero verdugo del PRI, y si la memoria les falla, hay que recordarle, que EPN llego en 2012 a los Pinos gracias al pacto del 2006, en el que Vicente Fox y  con el binomio Carlos Salinas / Elba Esther Gordillo, hicieron para frenar al entonces perredista AMLO y sacar adelante el triunfo presidencial del panista Felipe Calderón, todo a cambio de que en 2012 los panistas se sumaran al candidato del PRI y así lo hicieron, Fox y Calderón apoyando abiertamente al gobernador mexiquense.

 

Los menos que debía hacer Peña Nieto, era aprovechar en 2012 que el PRI recuperaba la silla presidencial y hacer una purga en el partido para limpiarlo de culpas e impurezas y relanzarlo nada de eso,  en su lugar dejó que el juego político del partido en el gobierno no se diera en el edificio de insurgentes donde despachaba Enrique Ochoa, sino en el edificio de Bucareli donde dominaba Miguel Ángel Osorio Chong, y el secretario de gobernación peñista quién ya se sentía no solo el próximo candidato presidencial, sino el sucesor de Peña Nieto, en los Pinos se dedico a coquetear con la oposición y a atacar al PRI que en esos días comandaba Manlio Fabio Beltrones.

 

Fueron los días en que el tricolor perdió en 2015, cuatro gubernaturas incluyendo Nuevo León, Querétaro, Michoacán y Baja California Sur, y de las 16 delegaciones en la ciudad de México perdieron 13, el PRI  solo pudo retener Campeche con Alito Moreno, Colima y Guerrero, y en 2016 los tricolores remataron con su derrota en Tamaulipas en donde aventajó el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y tropezaron en Chihuahua en donde el panista Javier Corral se impuso, lo mismo ocurrió en Durango, donde la alianza PAN – PRD con José Rosas Aizpuru le arrebató al PRI  la gubernatura y también resbalaron en Quintana Roo, donde la fórmula de Carlos Joaquín González, salió adelante con la alianza PRD – PAN.

 

El descalabro se repitió con la debacle tricolor en Veracruz, donde gano Miguel Ángel Yunes con la coalición PAN – PRD todo eso en el sexenio de Enrique Peña Nieto, para decirlo en pocas palabras la ambición de Miguel Ángel Osorio Chong y su obsesión de sacar al entonces líder nacional del PRI ese Manlio Fabio Beltrones, del juego de la sucesión presidencial 2018, generaron la peor debacle para el partido creado en 1929 por Plutarco Elias Calles, y la cereza del pastel fue coronada cuando Peña Nieto, aceptó pactar la entrega de la silla presidencial a su sucesor López Obrador, en un acuerdo de la más absoluta impunidad para los más allegados al peñista.

 

Incluido el hoy critico Aurelio Nuño, por supuesto que hay mucho que debatir sobre los cambios de estatutos y la reelección hasta 2032, de “Alito” Moreno, pero una vez que en 2018 el PRI acabo en cuarto lugar ¿alguien levantó la mano para darle al tricolor respiración de boca a boca? Si de verdad el PRI está muerto para que tantó drama por disputarse el cadáver y sobre todo ¿cuál es la urgencia de definir quién es el sepulturero?

 

Que nadie olvida que en el 2000 tras el triunfo de Vicente Fox, se publico la primera esquela del tricolor, decían que ya nada lo revivía para la elección de medio término en el sexenio de Calderón, el tricolor recuperaba el control del congreso con el vigor de otros años pero vino Peña Nieto, y lo entregó todo en bandeja de plata casa blanca de por medio, si existen méritos para asignar el mote de sepulturero ese no se le debe regatear  a quién también pacto en este sexenio, la entrega del Estado de México a Morena.

 

EPN le entrego a Osorio Chong, pala y pico para cavar la tumba tricolor entre 2015, y 2018 y hoy sufren las consecuencias.