El movimiento de Regeneración Nacional Morena, Morena. Fundado por AMLO y que en menos de un lustro lo ha llevado a la Presidencia de la Republica, a una mayoría en el Congreso Federal, a media docena de Gubernaturas a casi 20 Congresos Locales y cientos de Presidencias Municipales en el País, parece que enfrenta ya una primera crisis que a decir de algunos es de coyuntura y para otros se trata de uno de los vicios que aquejan al sistema de partidos políticos en México.

 

Lo cierto es que Morena no se salva de la difícil transición que lleva a un movimiento político y social como partido político que con sus propias reglas debe tener certeza para designar dirigentes, lideres, candidatos y muchos otros cargos ya para mantener el poderes públicos ya para acceder a ellos.

 

La renovación de su dirigencia nacional en las próximas semanas no va ser sencilla por el solo hecho de ser el partido mayoritario en el país. La designación de liderazgos en el Congreso Federal fue difícil en el Senado y en la Camara Baja.

 

El caso Baja California es de un enredo político mayúsculo por culpa de Morena. En otros Estados del País la situación no es muy diferente.

 

El solo hecho de que el propio Presidente de la Republica, AMLO, sostenga que tiene licencia, como militante de ese partido, pero que al mismo tiempo tenga que ser el arbitro de conflictos internos, es muestra de que como partido político a morena le falta mucho camino por recorrer para institucionalizarse con propias reglas y procedimientos que no deriven en conflictos internos.

 

Ojala para bien de nuestro sistema de partidos Morena no se vuelva uno más con los vicios y errores que han mostrado otros que la elección del 2018 casi fueron borrados por Morena.