Este día venimos a decirles que nuestro movimiento por alcanzar un ingreso justo, digno y honroso continúa porque no es cosa menor el servicio a la movilidad que cada día ofrecemos a la comunidad de esta gran Ciudad de México y a todos aquellos trabajadores que viven en la zona conurbada, pero trabajan aquí, además de los turistas que acuden a ella cada día.

 

Queremos recordarles que el pasado 9 de junio desde la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México se tomó una decisión autoritaria con el fin de apagar el fuego que se les venía encima, porque nuestro reclamo había calado muy fuertemente en el ánimo de los ciudadanos que comenzaron a ver como justo nuestra exigencia de incrementar el costo de la tarifa en 3 pesos para llegar a 8, como lo estábamos exigiendo, y continuaba escalando a otros sectores del transporte y de la sociedad.

 

Ese día nos dijeron que habría un aumento, que sería de un peso y que nada más íbamos a conseguir. El subsecretario de Gobierno, Ricardo Ruiz y el subsecretario del Transporte, Luis Ruiz salieron de la reunión que cortaron abruptamente para acudir a la Sala de Prensa donde se realizó el anuncio de que el 15 de junio se incrementaría el costo del pasaje en el transporte concesionado de la Ciudad de México. Ya todo lo tenían preparado.

 

Así, de forma autoritaria, sin más, se dio el incremento. Pero no fue suficiente.

 

Ahora, en un ánimo de diálogo, de lograr una buena comunicación, y con el objetivo de poder trasladar nuestras necesidades hacia un espacio cordial donde el respeto y los argumentos sean la mejor herramienta para todos, además de la finalidad de poder encontrar las mejores condiciones para nosotros y, con ello, también para el servicio que prestamos a la ciudadanía, hemos buscado reanudar esa interlocución con el Gobierno de la Ciudad de México a través del Subsecretario Ricardo Ruiz, sin tener éxito.

 

Los trabajadores del transporte público de la Ciudad de México queremos y exigimos justicia y reconocimiento a la labor que cada día realizamos por el bien de la movilidad de esta ciudad.

 

Nosotros trasladamos a las personas a realizar sus distintas actividades: a los maestros y a los alumnos a la escuela, a los trabajadores a sus lugares de labor para producir los bienes y servicios necesarios para hacer caminar la economía de nuestra ciudad; a las amas de casa a los lugares donde van a surtir despensa o realizar las distintas labores diarias.

 

Sin el servicio que nosotros prestamos, esta ciudad no sería lo que hoy es. Por todo esto, porque necesitamos de manera urgente que se nos escuche, es que estamos aquí, reivindicando nuevamente nuestros derechos y porque no sólo no fuimos escuchados, sino que fuimos ninguneados, y en realidad sólo se nos trató de dar atole con el dedo, porque el peso no representó una solución.

 

Como se los hicimos saber al día siguiente, ese peso que significó un incremento de 20 por ciento a la tarifa, se lo comió la inflación entre 2017 y el pasado mes de mayo cuya acumulación fue de 29.29%, es decir, casi 10% menor a ella.

 

Como dijimos líneas arriba, hemos solicitado un diálogo maduro, sincero, abierto, responsable, constructor de las mejores condiciones para prestar el servicio, pero no hemos sido escuchados nuevamente. Es por eso que venimos otra vez a hacer ruido, esperando que así nos escuchen. Pero si no es así, tendremos que volver a movilizarnos de diferentes formas.

 

Amigos de los medios de información, ustedes lo saben muy bien. Sabemos ser pacientes y escuchar, pero también sabemos tomar las calles, como ya lo hemos hecho en varias ocasiones. Tampoco nos gusta, pero a veces no queda otra opción.

 

Por lo que, desde aquí, le venimos a decir al gobierno de la Ciudad de México que necesitamos entablar nuevamente un diálogo constructivo, profundo, real, para solventar el retraso en los ingresos que hemos tenido desde hace 25 años.

 

Es por eso que, como lo dijimos al otro día del anuncio al incremento de la tarifa, el pasado 10 de junio, es vital que el gobierno de la ciudad genere un subsidio para todos aquellos pasajeros a los cuales nosotros, los transportistas concesionados, les ofrecemos el servicio de transportación, tal y como el Gobierno lo hace con los servicios de su flota vehicular.

 

Estamos exigiendo que si en 2020 el Gobierno de la Ciudad de México subsidiaba cada viaje que los ciudadanos realizaban en el Metro con 9 pesos, en el Metrobús con 10.83 pesos, en el Tren Férreo y el Tren Ligero con 22.45 pesos, en el Trolebús con 25.80 pesos y en la Red de Transporte de Pasajeros con 10.60 pesos, es justo que a nosotros también se nos contemple dentro del subsidio a los pasajeros con los dos pesos que nos siguen faltando para sobrevivir esta etapa pospandemia.

 

Comparado con lo que el Gobierno le da a su flota para transportar a los pasajeros, 2 pesos es una suma irrisoria que sacaría de los impuestos que pagamos todos los capitalinos, pero que a nosotros nos daría suficiente oxígeno para poder continuar con nuestra labor antes de que la ciudad se paralice.

 

La posición de los gobiernos de izquierda ha sido la de negar sistemáticamente una tarifa técnica, apegada a los costos de producción del servicio que ofrecemos, privilegiando una tarifa social qué únicamente beneficia a sus intereses en la política, al ofertar el no incremento como un beneficio para las familias y los habitantes de esta ciudad capital. Y está bien, pero no a costa de nosotros, los prestadores del servicio que si seguimos como van las cosas, pronto ya no lo vamos a poder prestar y tampoco el gobierno.

 

Para nosotros es muy importante que quede claro lo que ocurre al día de hoy. Cada uno de los concesionarios y trabajadores del servicio de transporte público concesionado en la Ciudad de México estamos subsidiando cada viaje-persona con 7.50 pesos, como mínimo.

 

Pero a diferencia del Gobierno de la Ciudad de México que pone el dinero de todos y cada uno de quienes tributamos en la ciudad, esos 7.50 pesos salen de nuestros bolsillos y esfuerzo diario; son recursos que en lugar de llegar a la bolsa del mantenimiento y mejoras de las unidades o la sustitución de unidades y a nuestros hogares, van como subsidio a nuestros usuarios.

 

Ese es el motivo por el que estamos hoy aquí, nuevamente. Venimos a exigir al gobierno de la Ciudad de México que en el presupuesto que pondrá a consideración ante el Congreso para el siguiente año, 2023 y los restantes, incluya un subsidio al usuario del transporte público concesionado por al menos los dos pesos que hoy nos hacen falta.

 

El tiempo se nos va y queremos que nuestras necesidades se incluyan en el presupuesto del siguiente año, para continuar ofreciendo un servicio de transporte digno, un servicio de transporte acorde con la Ciudad de México y un servicio de transporte que también considere a los transportistas como sujetos merecedores de derechos, no sólo de obligaciones.

 

Dentro de este diálogo abierto que exigimos, queremos decirles amigos de los medios de información que hemos sostenido reuniones con integrantes del Congreso de la Ciudad de México, con el fin de tener interlocución y ser parte importante en la consolidación de una propuesta de ese tipo por parte del Gobierno de la Ciudad.

 

En el Congreso de la Ciudad de México tienen muy clara la información que les hemos proporcionado y, también, son conscientes del rezago tarifario que hemos sufrido, el cual nos ha postrado, también, en un rezago económico de graves proporciones.

 

Por esto, los miembros de Fuerza Amplia de Transportistas, quienes somos concesionarios del Gobierno de la Ciudad de México en el sector del transporte público, es decir, sus socios en la movilización de las personas que cada día se trasladan en la capital del país y que deben recibir tal servicio por parte de la administración pública porque ya es un derecho humano, exigimos que se nos reconozca como tal, como parte integrante de un servicio estatal, que prestamos ante su incapacidad de poder ofrecerlo en la medida que lo necesita la ciudad.

 

Tal reconocimiento conlleva la aceptación del Gobierno de la Ciudad de que debemos ser incluidos para recibir el subsidio al pasajero del transporte concesionado en la capital del país.

 

De la misma forma que apoyamos al Gobierno a dar ese servicio que la gente se merece, porque la movilidad es ya un derecho humano, es que exigimos respeto, un trato digno y, sobre todo, los instrumentos suficientes y necesarios para continuar ofreciendo las condiciones de transporte adecuadas para las personas que lo necesitan en la Ciudad de México.

 

Muchas gracias.