Titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Andrés Ramírez Silva reflexiona sobre la necesidad de garantizar la continuidad de su oficina que adolece de recursos. “Hago lo que puedo con el presupuesto”, dice.

 

GINEBRA (Proceso).– México debe continuar con su tradición histórica de asilo, considera el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva, quien hace un balance de estos cinco años al frente de la oficina. 

 

En entrevista, expone la necesidad de que no se abuse del sistema de asilo y reflexiona sobre los desafíos por venir, especialmente ante las cifras récord de solicitantes y el bajo presupuesto que tiene.

 

“México ha tenido una tradición histórica de asilo y no puede darse el lujo de que quede resquebrajado o colapsado el sistema de asilo en el país’’, dice en el contexto de la participación de la Comar en el Foro Global de Refugiados que tuvo lugar en Ginebra, Suiza.

 

“Se tiene que seguir avanzando en construir una política que permita entender que no se debe de abusar del sistema de asilo porque la Comar está para garantizar la protección de las personas que la necesitan, pero también está para garantizar el sistema de asilo en el país’’.

 

Ramírez Silva considera que “México tiene el problema de ser un país con una frontera de tres mil 500 kilómetros con Estados Unidos; esto hace aún más complejo el problema porque tenemos una gran cantidad de gente que pasa por México en tránsito y otras personas que buscan a la Comar. Hay una confusión de las personas que quieren cruzar a EU y las que realmente buscan protección dentro del país’’.

 

Detalla que son tres categorías de personas que buscan a la Comar: los migrantes económicos que llegan usualmente engañados por polleros, otra de personas que sí requieren protección, pero la piden a Estados Unidos y la tercera que es la que les concierne, que son las personas con necesidad de protección internacional y que sí quieren quedarse en México.

 

Sin embargo, de acuerdo con sus cifras, también han detectado abusos del sistema. “Es decir, que muchas de las personas que solicitan la condición de refugiado en México en realidad no lo deben solicitar, ya sea porque no requieren protección, pues son migrantes económicos, o son personas que si necesitan protección, pero que la requieren en Estados Unidos”

 

Para garantizar su continuidad, la Comar ha encontrado un mecanismo de filtros para identificar a quienes realmente necesita quedarse en México. En noviembre último, con esta nueva estrategia, se redujo de 12 mil solicitudes mensuales a menos de nueve mil; de seguir esta estrategia el número de solicitantes va a disminuir en comparación con 2023, considera.

 

“Es importante que las cosas se vean de manera integral, en el sentido de que no se esté enviando a todos los solicitantes de manera indiscriminada a la Comar’’, observa Ramírez Silva.

 

Ajustes

Ramírez Silva dice que hace cinco años encontró “muy mal” a la Comar.

 

“Para empezar no había interés en poner a la cabeza a alguien que tuviera el perfil para el cargo, sino que en el pasado el perfil de los titulares tenía poco que ver con esta temática.

 

“He trabajado con la cuestión de refugiados durante 33 años y he dedicado una parte sustancial de mi vida a este tema en muchos países del mundo porque por 28 años fui funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más cinco que llevo ahora con la Comar.

 

“Lo primero que hice fue poner a gente que sí tiene el perfil adecuado para realizar las tareas de las diversas áreas temáticas que se presentan. Yo hice ese esfuerzo inicial y ahora tenemos un equipo sólido”, agrega.

 

La Comar y el ACNUR, continúa, firmaron un acuerdo marco y un convenio específico para establecer cuáles serían los apoyos del ACNUR para adquirir bienes, equipos, material de oficina y vehículos; pero también para tener apoyos de personal.

 

Pese a esa ayuda, dice Ramírez Silva, “no quiere decir que tenemos todos los recursos que requerimos, hemos tenido un presupuesto bajo’’.

 

 Por parte del gobierno reconoció que hubo un gran apoyo mediante la fusión de la Comisión de Atención Integral de la Frontera Sur, “que fue una idea del subsecretario Alejandro Encinas con la Comar, con el objetivo de que se pudiera fortalecer con personal proveniente de ese organismo. Adelantó que pronto saldrá el nuevo reglamento interno de la Segob, donde quedará claro que desaparece dicha Comisión y se suma a la Comar con todo y su presupuesto’’.

 

Apertura de oficinas

De acuerdo con el responsable de la Comar, cuando llegó a la oficina encontró que sólo había cuatro sedes: Tapachula, Tenosique, Acayucan y la Ciudad de México, que es la central.

 

“Ahora en estos días estaremos abriendo la onceava en Tuxtla Gutiérrez, en enero la doceava y muy probablemente antes de que termine el sexenio abriremos la treceava en Cancún y tendremos así el doble de oficinas prácticamente sin presupuesto gracias al apoyo del ACNUR’’, detalló Ramírez Silva. Su oficina, agrega, también ha logrado acuerdos con el ACNUR de Estados Unidos, Canadá y con la OEA’’.

 

De acuerdo con Ramírez Silva, “el apoyo del presupuesto federal no ha sido fuerte, acaba de salir publicado en el Diario Oficial de la Federación el nuevo presupuesto de egresos para 2024 y no tenemos un apoyo adicional. Sin embargo, no me quejo y hago lo que puedo con el presupuesto, pero para desarrollar un trabajo más eficiente todo tiene un límite y si requerimos de más recursos.

 

“Pedimos un recurso adicional, pero este nuevo presupuesto no lo aceptó y esto nos dificulta los tiempos para hacer frente a la enorme cantidad de solicitudes que nos están llegando’’.

 

De acuerdo con el funcionario, este 2023 “lo vamos a cerrar con 145 mil solicitantes, que es una nueva marca que de lejos supera a la que se estableció en 2021.

 

“Entonces, qué pasa si el presupuesto se sigue estancando, pero el número de personas que llegan sigue aumentando, pues lógico: cada vez tenemos menos recursos per cápita de los que podemos atender y esto nos dificulta porque tenemos plazos para emitir las resoluciones’’.

 

De cara al futuro de la Comar y para garantizar continuidad del trabajo que se ha realizado en estos cinco años, Ramírez Silva dice que “lo primero es que logramos que el apoyo económico del ACNUR para la contratación de personal esté garantizado durante todo el año, venga el gobierno que venga después del 30 de septiembre’’.

Para el nuevo gobierno que gane la Presidencia la recomendación de la Comar es que se respete al personal técnico.

 

“Si se cambia el personal por gente que no sabe del tema, será una receta para el desastre”, advierte.