Colombia busca superar el paradigma del prohibicionismo de las drogas y quiere que México lo acompañe en ello. La oportunidad para abordar el tema se presenta este sábado 9 cuando los presidentes Gustavo Petro y López Obrador encabecen la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.

 

Bogotá, Col. (Proceso).-- El gobierno colombiano que encabeza el presidente Gustavo Petro es de los pocos en el mundo que plantea sin rodeos que la guerra contra las drogas “ha fracasado” y que se debe transitar hacia la superación del paradigma del prohibicionismo, pero quiere emprender ese camino junto a México, el otro país latinoamericano en el que el narcotráfico ha causado tantos estragos.

 

Una oportunidad para dar pasos en esa dirección será la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, que se realizará en la suroccidental ciudad colombiana de Cali este fin de semana y la cual será encabezada por Petro y por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

 

El coordinador técnico de la conferencia, Felipe Tascón, dice a Proceso que ese evento debe marcar el inicio de un debate serio a nivel regional sobre las rutas que se deben tomar para pasar del prohibicionismo en materia de drogas a escenarios de regulación en los que se aborde el fenómeno como un problema de salud pública y no de represión y penalización.

 

“Lo que se va a lograr en la conferencia es que lo discutamos el fenómeno de las drogas, que pongamos en la palestra la necesidad de discutir el paradigma de la prohibición, para superarlo”, señala el director del Programa de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis) de Colombia y economista experto en política de drogas.

 

El camino de vuelta

 

Tascón, doctor en ciencia política con 25 años de experiencia en drogas ilícitas, economía campesina y desarrollo comunitario, señala que la prohibición fue una imposición de Estados Unidos al mundo que comenzó a gestarse en 1903 con un telegrama que envió el Departamento de Estado al gobernador colonial estadounidense en Filipinas, William Taft, en el que se le pedía detener una ley de regulación del opio.

 

Dice que luego de ese telegrama, se desató un largo y tortuoso cabildeo en Washington para promulgar normas prohibicionistas, la primera de las cuales fue un estatuto fiscal aprobado en 1914, hasta que finalmente Estados Unidos impulsó la Convención Única de Estupefacientes de 1961, de aplicación global, y la cual parece “un decreto de la Santa Inquisición en el que pusieron todas las drogas que se consideran prohibidas”.

 

En 1971, el presidente estadounidense Richard Nixon proclamó la “guerra contra las drogas”.

 

Tascón explica que, en la práctica, Estados Unidos demoró 57 años “en entronizar la prohibición y, ahora, lo que nosotros estamos haciendo es iniciar el camino de vuelta para superar ese paradigma”.

 

Dice que Colombia, donde después de décadas de lucha contra el narcotráfico y de cientos de miles de muertos persisten bandas criminales que controlan varias regiones y la cocaína sigue fluyendo por cientos de toneladas hacia el exterior, “es una prueba fehaciente de que la prohibición y la guerra contra las drogas no funcionan”.

 

Por eso considera que si la conferencia sobre drogas a realizarse en Cali entre el 7 y el 9 de septiembre “logra hacer conciencia en la región de que el paradigma del prohibicionismo es histórico, impuesto, y no natural, con eso me siento satisfecho”.

 

A esa cita, que iniciará con paneles temáticos el jueves 7 y el viernes 8 y que culminará el sábado 9 con la presencia de Petro y López Obrador, asistirán los cancilleres, ministros, expertos en política de drogas y representantes de la sociedad civil de varios países latinoamericanos, entre ellos, además de México y Colombia, de Brasil, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Honduras, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

 

Con esa conferencia, Petro cumple uno de los compromisos asumidos por el Estado colombiano en los Acuerdos de Paz de 2016 con las exguerrilla de las FARC, los cuales indican en su punto número cuatro que el país deberá convocar a un encuentro internacional para “hacer una evaluación objetiva de la política de lucha contra las drogas y avanzar en la construcción de consensos en torno a los ajustes que sea necesario emprender”.

 

Tascón dice que para Colombia el primer paso para avanzar hacia un nuevo enfoque de la política de drogas es “hacer un equipo con América Latina para meterse a tratar de cambiar el paradigma”.

 

El director del Pnis y consultor durante varios años de un programa de desarrollo social que implementó la Unión Europea en México señala que no será fácil lograr consensos regionales sobre el tema de drogas porque hay países con gobiernos conservadores que se oponen a la despenalización, pero ahora son mayoría los presidentes progresistas.

 

En la región, indica, “hay gente que está aferrada completamente al paradigma de la prohibición y, por otro lado, hay presidentes, como Gustavo Petro, que están llamando a que se haga un nuevo consenso para buscar una salida alternativa”.

 

Tascón sostiene que, de cualquier manera, “es una apuesta importante hacer una conferencia de toda Latinoamérica y el Caribe, se están haciendo esfuerzos muy grandes para lograr un nuevo enfoque en la política de drogas”.

 

Dice que las conclusiones de los cuatro paneles temáticos que se realizarán este jueves 7 y viernes 8 (desarrollo alternativo, salud y derechos humanos, medioambiente y política de drogas) se entregarán el sábado 9 a los presidentes Petro y López Obrador.

 

Es posible --la actividad aún no está confirmada-- que el dirigente de campesinos cocaleros Carmito Abril hable ante los presidentes en la sesión del sábado.

 

Tascón piensa que hay que copiar lo que hicieron los prohibicionistas el siglo pasado, que “fueron acumulando fuerzas” desde 1903, con el telegrama del Departamento de Estado al gobernador estadounidense en Filipinas, William Taft, y lograron imponer ese paradigma a todo el mundo en 1961 con la Convención Única de Estupefacientes.

 

“Para desbaratar ese paradigma también hay que ir como acumulando fuerzas. Somos plenamente conscientes de que hoy no hay la fuerza política global que se necesita para para cambiar esto, pero hay que empezar a avanzar”, señala.

 

Y dice que las expectativas de la conferencia son realistas: “Tenemos clarísimo que no vamos a lograr superar el paradigma del prohibicionismo en esta conferencia, pero podemos lograr que quede claro que eso fue una construcción desde el poder de Estados Unidos y que, por ende, no es algo natural y que también se puede iniciar el proceso para construir otro paradigma”.

 

Esta conferencia, de acuerdo con Tascón “es, para los que buscamos un nuevo enfoque de política de drogas, el equivalente al telegrama de 1903”.