Más allá de la polémica de los libros de texto, 25 millones de alumnos del nivel básico retornan a las aulas entre rezago educativo, riesgo de abandono escolar y focos rojos en salud mental, advierte experto en infancias

 

Además de la incertidumbre sobre el uso de los nuevos libros de texto, alrededor de 25 millones de estudiantes de educación básica en escuelas públicas y privadas en todo el país regresan hoy a clases con otros desafíos por delante.

 

El entorno que los alumnos de primaria y secundaria enfrentarán en el ciclo escolar 2023-2024 está marcado por temas derivados de la pandemia, como rezago educativo, riesgo de abandono escolar, alertas en salud mental e incluso la persistente venta de comida chatarra en los planteles.

 

Todo esto, bajo una incapacidad del gobierno federal para dar soluciones a estos problemas, de acuerdo con Juan Martín Pérez, coordinador de la iniciativa Tejiendo Redes Infancia para América Latina y el Caribe.

 

En entrevista con Excélsior, el especialista afirmó que este regreso a clases se da entre grandes deudas, ya que después de las familias, las escuelas son los lugares de mayor importancia para la socialización y desarrollo de la identidad y habilidades en los menores de edad.

 

La prioridad que debe tener el Estado mexicano es el derecho a la educación, como lo establece el Artículo tercero constitucional, que en toda acción de autoridad hay que priorizar el interés superior de la niñez”, indicó.

 

No obstante, acotó, en temas como el efecto de la pandemia y el confinamiento, en la salud mental se han ignorado los llamados internacionales. “Estamos hablando de año y medio después de regresar de la pandemia y a tres años de que inició sin ninguna política pública focalizada para 25 millones de estudiantes, o 30 millones si incluimos a los universitarios”, afirmó.

 

El foco rojo está en que los suicidios se han incrementado en los últimos años, especialmente después de la pandemia. “Y seguimos sin ningún tipo de planificación o respuesta frente a ello. También tenemos reportes de un incremento importante de ansiedad, depresión y padecimientos de orden psiquiátrico”, alertó.

 

Otro problema relacionado es el abandono escolar por factores económicos y que fundamentalmente se da en adolescentes de 15 a 17 años que no logran hacer el salto de secundaria al bachillerato. “Lamentablemente seguimos careciendo de un programa o de una política pública para evitar el abandono escolar”, dijo.

 

Para Juan Martín Pérez, otro factor es la persistencia del rezago educativo. Sobre esto, acotó, los contenidos y errores en los nuevos libros de texto gratuito son sólo un síntoma del estado actual del sistema educativo en México.

 

Las últimas evaluaciones han demostrado, internacionales y nacionales, la falta de comprensión lectora y dificultad para hacer operaciones matemáticas básicas”, indicó.

 

El especialista recordó que en los últimos años el rendimiento de los aspirantes en el examen de ingreso a la UNAM ha ido a la baja.

 

Tampoco tenemos una respuesta a ello y obviamente los libros de texto, al no cumplir con la ley, con el proceso de construcción, al meternos en un debate ideológico y partidista, pues ya perdió la infancia en automático”, lamentó.

 

Tanto debate en torno a los libros, que posiblemente no sean utilizados, no ayudará a superar este rezago educativo, agregó.

 

Otro desafío sobre los libros es el que implica que ocho de cada diez niños y niñas en el país usan ya dispositivos móviles. “No podemos ni imaginar el sistema educativo después de la pandemia, en una lógica  presencial, que no contemple su vida digital. El tema central siguen siendo los niños de este milenio con todas estas necesidades que necesitan de un sistema educativo cercano a ellos”, sostuvo.

 

A esto se agrega que las infancias no están siendo escuchadas y no están consideradas como prioridad, como dice la ley. Entonces, cualquier iniciativa que se haga va a ser claramente un fracaso porque no está incorporando ni reconociendo a estas infancias de este milenio”.

 

OMISIONES

 

El pasado martes, este diario publicó que los docentes utilizarán su experiencia frente a grupo, el apoyo de los papás y actividades recreativas para suplir las carencias, errores y sesgos de los nuevos libros de texto y lograr el aprendizaje de sus alumnos.