Iberdrola México ofreció el Taller de Seguridad y Autoprotección en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Liliana Mata se siente al límite de sus fuerzas mientras forcejea con su agresor, mucho más grande que ella. Finalmente, logra dar un giro de cadera y librarse del violador. Se aleja exhausta, pero con confianza.
La joven ha vivido esta situación en un entorno controlado: el Taller de Seguridad y Autoprotección que ofreció en Monterrey Iberdrola México a 17 de sus colaboradoras, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En el taller, organizado por el área de Seguridad Corporativa de la empresa, se coloca a las mujeres en distintas situaciones y se les explica formas de actuar para evitar, mitigar o escapar de los riesgos.
Pero la ingeniera, de 28 años, es consciente de que los peligros son reales y las mujeres, trágicamente, están todavía más expuestas: “Este curso me ayuda a no tener tanto miedo cuando salgo a la calle sola de noche. Me ayuda a tener seguridad, aunque ojalá no fuera necesario utilizar estas técnicas”, explica la jefa de turno de las centrales Noreste y El Carmen.
Las alumnas del taller destacan la importancia de este tipo de aprendizajes en un México en el que asesinan a más de diez mujeres al día.
El taller -que tiene una duración de tres días de siete horas diarias- se ha impartido este año a más de un centenar de colaboradoras de Iberdrola México.
“En Iberdrola no buscamos empoderar a la mujer, pues consideramos que la mujer tiene el poder innato. Nosotros solo ayudamos a quitar límites impuestos o heredados por la sociedad, que las hacen creer que son débiles o que no van a poder", expresa Juan Ramon Canovas, director de Seguridad Corporativa de la compañía energética.
Más de un centenar de colaboradoras de Iberdrola México han realizado este año el Taller de Seguridad y Autoprotección, y ya se están preparando nuevas etapas.
Canovas destaca que el taller busca evitar situaciones de riesgo dando herramientas para identificar y eludir una situación inminente (enfoque preventivo) - evitar desplazamientos de noche o zonas peligrosas- así como medidas para saber reaccionar a una situación de riesgo (enfoque de reacción).
Precaución, ante todo
“El malo va a venir con agresividad: ‘A ver pendeja, ¿qué?’”, dice con brusquedad Mauricio Sánchez, instructor de Remo Security, empresa con una amplia experiencia impartiendo este tipo de talleres.
Mauricio, licenciado en Pedagogía, tiene una larga trayectoria en la materia. Se nota en la confianza que le han dado las mujeres en los tres días que dura el curso. Y él es duro, pone a las jóvenes al límite porque esta es la única manera de acercarlas a una situación de riesgo real.
Pero deja muy claro que, siempre que sea posible, se debe evitar a toda costa el choque directo: “Prevención, disuasión, reacción y posconflicto. Estas son las partes en que se dividen nuestras sesiones para dar herramientas que les permitan una mejor calidad de vida y una buena seguridad personal. Especialmente ahora, que el entorno está muy hostil”.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021, siete de cada diez mujeres de 15 años o más habían experimentado al menos un incidente de violencia ya sea psicológica, física, sexual, económica o por discriminación. Ese mismo año, el país superó la cifra de mil feminicidios, asesinatos por razón de género.
En este contexto, y con la muerte de Debanhi Escobar todavía muy presente en la región, las colaboradoras de Iberdrola México agradecen estas enseñanzas.
“Este entrenamiento siembra en mi cabeza la idea de que sí que podemos defendernos ante un ataque sin importar de qué magnitud sea. Y no darnos por rendidas cuando vemos una situación que puede ser peligrosa”, afirma la responsable Comercial para la Región Norte-Noreste de la compañía, Lucía Landa.
Un taller terapéutico
A la hora de hacer los ejercicios, las emociones están a flor de piel. En un país donde asesinan a más de 10 mujeres al día, todo resuena.
De hecho, este 2022 se perfila como uno de los años más violentos para la mujer en México tras el alza de varios tipos de delitos. Una realidad que ha llevado a la compañía a potenciar este tipo de cursos para que sus colaboradoras no se sientan vulnerables en ciertas tareas o durante el traslado de su casa al trabajo, lo que termina por afectar su desarrollo profesional.
Ante esta situación, aflora durante el taller la empatía y se animan unas a otras cada vez que toca practicar una nueva maniobra. En una de las actividades una joven es acorralada por el instructor, que simula ahogarla. En voz alta, víctima y victimario dan a conocer su peso: Ella 48 kilos. Él, 92.
“¡Todo se puede!”, corean con ímpetu el resto de las compañeras de curso mientras la chica lucha por zafarse del agresor. Finalmente lo logra con una combinación de puñetazos frontales y el uso de una pluma táctica.
Este espíritu perdura durante todo el curso: “Nace una sororidad entre todas nosotras. Compartimos experiencias y comentarios durante las dinámicas. Ha sido muy enriquecedor, como compañeras y como amigas”, remarca Margarita Rimoldi, asistente administrativa de la central La Laguna, en Gómez Palacio, estado de Durango.
Luego de días de intenso aprendizaje, se reparten los diplomas y varias de ellas dan una muy necesaria reflexión final: “Nos dimos cuenta de que teníamos fuerza donde ni creíamos que la teníamos. Son tres días de mucho trabajo, pero nos ha enseñado un montón para no ser parte de la estadística”, concluye Nathalie Nuncio, una de las colaboradoras de Iberdrola México, para quien este curso ha sido transformador.
Ante la buena recepción de este taller por parte de las colaboradoras de Iberdrola México, la compañía está planificando para 2023 nuevos cursos con la finalidad de impulsar la seguridad de toda su plantilla, pues este es un pilar fundamental de la empresa, que prioriza la protección de los empleados 24/7 y el asesoramiento en tiempo real.
