La segunda ola feminista se centró en la lucha por la igualdad de condiciones en el ámbito laboral, sin embargo, persisten disparidades salariales significativas en México y en el mundo entero.

 

Durante siglos, las mujeres han librado una lucha constante por sus derechos en todos los ámbitos de la sociedad, desde el acceso a la educación y el voto, hasta una vida laboral digna y libre de violencia. A pesar de los avances logrados, aún queda mucho por hacer debido a las estructuras patriarcales arraigadas y las deficiencias institucionales que persisten. Esto se expuso en la conferencia inaugural de la Cátedra Ignacio Ellacuría, SJ de la IBERO Puebla.

 

Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional, subraya que, si bien se han alcanzado importantes conquistas en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, estas enfrentan desafíos continuos, equiparando sus derechos a los de los menores de edad en muchas circunstancias.

 

La segunda ola feminista se centró en la lucha por la igualdad de condiciones en el ámbito laboral, sin embargo, persisten disparidades salariales significativas en México y en el mundo entero. A esto se suma la necesidad de seguir combatiendo la discriminación en el acceso a la educación y la violencia sexual, que sigue siendo una cruda manifestación del sentido de posesión arraigado en un pasado patriarcal.

 

A pesar de los avances en la adquisición de autonomía por parte de las mujeres, estudios realizados por Amnistía Internacional indican un preocupante aumento en la violencia contra ellas.

 

Sin importar los esfuerzos legislativos, los organismos gubernamentales encargados de abordar esta violencia aún presentan deficiencias estructurales que persisten desde hace décadas, lo que resalta la urgencia de continuar luchando por la igualdad de género y el pleno respeto de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.