Martha Tlazalo volvió el 15 de julio del 2021 al Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, luego de medio año en casa por incapacidad. Es enfermera en  uno de los primeros “hospitales Covid” de la Ciudad de México y donde durante el primer trimestre de la emergencia sanitaria se contagió una enfermera por día.

De marzo de 2020 a enero de 2021, Martha atendió al doble de pacientes de los que le correspondía. Debido a la falta de personal y la ocupación al límite del hospital pasó once horas diarias detrás de un traje, sin poder tomar agua, comer o ir al baño. Martha fue el primer contacto de los pacientes más graves.

Revisó sin parar signos vitales y nivel de azúcar de los pacientes; controló su presión y glucemia inestables dada su condición de salud; aspiró las secreciones de la boca y la cánula que permite al paciente respirar, revisó la operación del ventilador que los ayudó a respirar, y que estuvieran bien sedados; los bañó, movió sus articulaciones y controló los líquidos que ingresan y egresan de su cuerpo.

Martha lleva 16 años como enfermera en el Belisario Domínguez y gana 8 mil pesos quincenales. 

En enero del 2021, en el segundo pico de la pandemia, se contagió de Covid. El 7 de enero ingresó al hospital donde trabaja con una saturación de oxígeno del 78 por ciento, muy por debajo del 95 por ciento que se considera normal.

El Belisario Domínguez se encontraba entonces con una ocupación del 100 por ciento -ninguna cama disponible-  y Martha pasó 40 horas sin poder ocupar una cama de terapia intensiva que por su gravedad requería debido a que el hermano del director del hospital ocupaba esta cama sin necesitarla, según documentos en poder de MCCI.

“A eso se le llama nepotismo, porque le dio preferencia a su familiar cuando no se ameritaba”, dijo la enfermera en entrevista telefónica, “al tercer día me dieron la atención que merecía por lo que hicieron mis compañeros de darlo a conocer a medios de comunicación y estar al pendiente”.

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