- La Dirección General de Tenencia de la Tierra, atendió y resolvió en 30 días, el conflicto de don José Inés Morales Paz.

Gracias al apoyo brindado por la Secretaría de Gobernación en una Jornada de Atención Ciudadana, don José Inés Morales Paz, recuperó, luego de cinco años, una propiedad de casi una hectárea de terreno de cultivo.

En 2014, “don Paz”, como lo conocen en el ejido San José María Morelos, recibió como herencia de un tío un predio de más de 8 mil metros cuadrados en el municipio de Cuautinchán. Sin embargo, un conocido con quien trabajaba, quiso aprovechar la situación para adueñarse de parte del terreno y se negó a reconocerlo como el legítimo propietario.

Durante ese tiempo, don José Inés, recurrió a la Procuraduría Agraria, al Tribunal Unitario Agrario y a abogados particulares con la intención de recuperar su propiedad, pero fue informado que para lograrlo, debía esperar años en el desarrollo de demandas e invertir miles de pesos en peritos y representantes legales.

Él casi perdió la esperanza, hasta que escuchó que en las Jornadas de Atención Ciudadana, el gobernador, Miguel Barbosa Huerta, y los integrantes del gabinete, recibían a las y los poblanos para escuchar sus solicitudes y ayudarlos a resolver sus problemas.

Don José Inés llegó un Martes Ciudadano, y por instrucción del mandatario, fue atendido por el secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, quien lo canalizó a la Dirección General de Tenencia de la Tierra, en donde desde la primera asesoría le ofrecieron apoyo para recuperar su propiedad.

Con la mediación de esta área de la Segob, en tan solo 30 días, “don Paz” consiguió que la contraparte lo reconociera como el legítimo propietario y formalizó la entrega del predio, con lo que concluyó el conflicto por las tierras.

“Yo estoy bastante agradecido, no me esperaba ese trato, esa respuesta, esa agilidad. Realmente, lo que no pude resolver en cinco años, se resolvió en 30 días”, declaró sorprendido.

Ahora, don José Inés está entusiasmado por tener la posesión total de sus tierras, por lo que planea sembrar cañuela y cebada en los próximos días, pues su objetivo es emprender un negocio para vender su cosecha como alimento para ganado o animales de traspatio en la región de Cuautinchán.