El cantante español estaba en la vivienda con sus dos pequeños, de 12 años, cuando un grupo de 10 ladrones armados los retuvieron y saquearon la propiedad.

 

Miguel Bosé ha sufrido un atraco a mano armada en el fraccionamiento Rancho San Francisco, una urbanización de alta seguridad y casas de lujo en la alcaldía Álvaro Obregón, en Ciudad de México. El cantante estaba allí el pasado viernes 18 de agosto con sus dos hijos de 12 años a las ocho de la noche cuando entró un comando de 10 hombres armados, según un mensaje publicado este lunes en su cuenta de Instagram. “Nos asaltaron, nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas”, ha escrito Bosé. Las autoridades de la capital están investigando los hechos para intentar esclarecer cómo han entrado 10 personas armadas en un espacio cerrado y de alta seguridad donde las propiedades alcanzan los 60 millones de pesos (unos 3,3 millones de euros).

 

Pese al robo, Bosé asegura en su mensaje que todos están bien. “Mis hijos se portaron como dos valientes”, ha informado el cantante. Los ladrones les encerraron a ellos y al resto del personal de la casa (dos escoltas y una trabajadora del hogar) en una habitación. Durante las dos horas siguientes, los asaltantes tuvieron tiempo de rebuscar en el domicilio sin que hubiera nadie capaz de reaccionar para impedir el atraco. Se llevaron joyas, mucho dinero en efectivo y la camioneta azul marca Chevrolet Suburban en la que se movía el famoso cantante, y que fue la que utilizaron para salir airosos del fraccionamiento de alta seguridad. La policía encontró el vehículo a unos 20 kilómetros de la casa de Bosé, en la colonia Periodista (en la Alcaldía Miguel Hidalgo). Ahora, está en posesión de la Fiscalía, a la espera de que el cantante acredite su propiedad. Hasta el momento, ni Bosé ni su representante han interpuesto una denuncia por lo ocurrido ante el Ministerio Público.

 

Fue el ese vehículo en el que metieron todo lo que habían conseguido robar en la casa. Para escapar, según el periodista de espectáculos mexicano Gustavo Adolfo Infante, el comando se subió en la camioneta y obligó al chófer habitual de Bosé a sacarlos del fraccionamiento. Las cámaras muestran al grupo saliendo de la casa con el conductor de la camioneta. Lo tenían todo “muy estudiado y milimetrado, para hacerlo corto”, ha asegurado el artista. “Fue todo muy tenso, delicado y desagradable”. El famoso cantante ha querido agradecer el apoyo recibido: “Gracias a todos por la preocupación constante demostrada, pero quedad tranquilos. A mis vecinos de urbanización, los primeros en llegar, mil gracias de corazón”.

 

Fuentes cercanas a la investigación se presentaron en el lugar después de recibir la llamada de emergencia de un vecino. Cuando llegaron allí, el personal de seguridad tardó 35 minutos en dejarles entrar. Gracias a las cámaras de seguridad, las autoridades han podido ver cómo los ladrones consiguen desarmar a la escolta de Bosé y tirar las armas sobre el jardín de la casa. Estas urbanizaciones privadas que están alrededor de Ciudad de México son tan celosas de su seguridad que en muchos casos hasta las propias autoridades capitalinas tienen problemas para acceder a ellas.

 

Las autoridades aseguran que han intentado acceder al lugar varias veces, pero que la administradora de la urbanización les ha denegado el paso. Este lunes, los agentes del Ministerio Público han hablado con la administradora del conjunto residencial, que les mencionó que Bosé no se encontraba en su casa y que no quería dar declaraciones acerca de lo ocurrido.

 

Miguel Bosé se trasladó a México en 2018, dos meses después de aparecer en la lista negra de morosos del fisco español, al que entonces debía 1,8 millones de euros (casi la misma cantidad en dólares al cambio actual). Fue en aquella época cuando el cantante cambió de residencia y trasladó a sus hijos a un colegio privado de la capital. Diego y Tadeo tienen apenas 12 años y el cantante siempre ha tratado de protegerlos de los focos. Por eso la decisión de trasladarse a una zona de alto poder adquisitivo y con seguridad privada, aunque a veces esas barreras no son suficientes para los ladrones. Las zonas más opulentas de la capital también son objeto de robos y atracos, reflejo de los círculos de pobreza que todavía rodean a la ciudad más grande de Latinoamérica.

 

A finales del pasado mes de junio, cuatro ladrones armados con pistolas, mazos y machetes asaltaron una joyería en el centro comercial Antara, un espacio lleno de tiendas de lujo en Polanco, una de las colonias más ricas de la ciudad. El personal de seguridad tampoco pudo hacer nada más que mirar mientras los ladrones golpeaban el cristal de la joyería hasta romperlo en pedazos. Pese a los retos en seguridad que enfrenta la capital, Miguel Bosé ha asegurado en su mensaje que este incidente no le hará abandonar Ciudad de México: “Y a los que tanto especulan con que voy a abandonar México, siento mucho decepcionarles. Aquí estoy y aquí me quedaré, en el país más hospitalario del planeta”.