En el marco del coloquio Abrir la mirada a las diversas significaciones en torno al movimiento de 1968, se llevó a cabo la mesa Las distintas reconfiguraciones que produjo el 68 en la que participaron Eduardo García Vásquez, coordinador de Proyectos Académicos en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, e Itzel López Nájera, académica en el Departamento de Humanidades.

 

Durante su participación, García Vásquez comentó que en México se originó, de manera obligatoria, una institución sobre los Derechos Humanos, al haber firmado tratados y acuerdos internacionales ante una misma comunidad internacional.

 

De igual forma, puntualizó un dato importante del que no muchos hablan: el fortalecimiento del movimiento feminista en el 68, siendo esto un factor que permitió que los Derechos Humanos sufrieran diversas modificaciones.

 

Señaló que a pesar de que en 1992 se creó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ésta sigue siendo ignorada por muchos y las llamó “condiciones de papel”, pues no cuentan con mayor capacidad de acción y autonomía suficiente para poder actuar por sí mismas.

 

“La situación de los Derechos Humanos, aun cuando México ha firmado todo lo que parecía que le comprometía en términos de tratados internacionales, no se ha transformado realmente porque no tenemos […] autonomía”, recalcó el especialista en Derechos Humanos.

 

Por último, comentó que actualmente se siguen violando los Derechos Humanos y no sólo en el sentido de violencia física, sino que se arremete con la educación, alimentación, vivienda, posicionando mega proyectos de carácter internacional e ignorando a las comunidades marginadas, donde no cuentan con los servicios suficientes para tener una buena calidad de vida.

 

López Nájera compartió un texto titulado La reforma educativa en el post 68: la demanda no solicitada por el movimiento, donde expuso las demandas que exigían los estudiantes, así como las razones de su manifestación.

 

Afirmó que como involucrados principales, se encontraban estudiantes de las preparatorias y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como de escuelas normales, entre otras, que exigían mejores condiciones para recibir una educación digna.

 

Seguido a eso, expuso la intención política de las instituciones al querer reestructurar la educación en México. Citando así, la reforma educativa que el gobierno de Luis Echeverría Álvarez implementó después del trágico sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, la cual tuvo modificaciones como la creación de distintos programas sociales, la ampliación de oportunidades en el sistema educativo o, la apertura democrática, por mencionar a algunos.