Ya sea como empleados, maestrantes o emprendedores, los nuevos profesionistas deben encausar sus habilidades con sabiduría para alcanzar los objetivos que se tracen.

 

Todas las personas que colaboran en la IBERO Puebla encuentran en sus estudiantes la fuerza vital de la Universidad; ven en ellos la posibilidad de transformar las estructuras del país y traducirlas en futuros esperanzadores. Así lo refirió Elia Irigoyen García, directora general de Vinculación, durante una celebración virtual organizada por la Oficina de Egresados de la Casa de Estudios.

 

Al acto que inaugura el cierre de los estudios universitarios de toda una generación se sumó el P. Carlos Escandón Domínguez, SJ, quien destacó la misión de la Universidad Jesuita de convertirse en semillero de personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas que, al concluir sus estudios, pondrán sus habilidades al servicio de la sociedad.

 

Lo que sigue

 

El salto de la vida estudiantil al mundo laboral puede ser uno de los más complejos en la vida de una persona, especialmente por todas las expectativas que se posan en sus hombros. Un grupo de expertos platicó con los futuros egresados para desmitificar la vida postescolar y focalizar la realidad del mundo laboral.

 

Con la COVID como condicionante universal, las empresas requieren profesionistas capaces de adaptarse a los entornos cambiantes. Al mismo tiempo, el dominio de lenguas extranjeras puede hacer la diferencia en la competencia por un puesto de trabajo. Otras habilidades preciadas por empleadores incluyen la resolución de problemas, la proactividad y el dinamismo.

 

Édgar Rosas López, director de Personas y Relaciones Públicas en Grupo Medix, recomendó a los nuevos profesionistas priorizar el desarrollo de fortalezas por encima de la mejora de las áreas de oportunidad. Al mismo tiempo, recordó: “encontrar la felicidad en el trabajo es una de las mejores cosas que puedes hacer”.

 

Un currículum sintético, honesto y con la información pertinente es la mejor carta de presentación. Para garantizar la congruencia con lo plasmado en la hoja de vida, Erika Wright López Castro, jefa de Empleabilidad de la IBERO Puebla, recomendó cuidar aspectos como la puntualidad, la imagen personal y la conectividad durante una entrevista de reclutamiento (ahora comúnmente vía remota).

 

La elaboración del perfil profesional también escala a las redes sociales. El branding personal, primordialmente en LinkedIn, debe reflejar una actitud profesional que sea consonante con el CV. Wright López Castro advirtió la importancia de manejar con prudencia otros espacios como Facebook e Instagram: “cada paso que des debe mostrar a la misma persona”.

 

Al pasar del aula a la oficina, la interacción intergeneracional no siempre es sencilla. La concepción misma del trabajo varía entre las edades: mientras que las generaciones milenial y centenial buscan trabajar para vivir, las de mayor edad vivían para trabajar. La misión de los perfiles más experimentados consiste en canalizar el ímpetu de los recién entrantes, quienes han crecido bajo principios de urgencia de resultados.

 

Esta ansiedad por la mejora de las condiciones laborales puede condicionar la experiencia profesional en sus primeras etapas. Para Rosas López, la felicidad laboral debe nacer en el autoconocimiento. Una persona que determina su propia inteligencia emocional es capaz de comenzar a presentarse frente a los demás como una persona compleja con aficiones y habilidades.

 

Otras alternativas

 

Aunque el común denominador orienta al recién licenciado a insertarse en el mercado laboral, continuar con la preparación siempre es una opción. Los posgrados ofrecen una formación específica que va desde el desarrollo de habilidades blandas hasta el perfeccionamiento de competencias técnicas y actualización profesional.

 

En el caso de los estudios en el extranjero, un aspirante a posgrado debe dominar una o varias lenguas, además de contar con una serie de competencias emocionales. Vanessa Ortega Rojas, colaboradora en Australian Option Education, reconoció que los estudios en otros países requieren de inversiones económicas importantes y un proceso burocrático extenso, pero los resultados finales siempre destacan en los buzones de los reclutadores.

 

Por otro lado, la contracción de las plantillas de trabajo en las empresas derivada de la crisis económica mundial ha generado nuevas necesidades que no están siendo atendidas adecuadamente. Ante este panorama, el emprendimiento se convierte en una forma de satisfacer estas carencias y generar autoempleo.

 

Comenzar un negocio desde cero requiere necesariamente de una cimentación sólida basada en inversión y planes de acción con miras a obtener resultados a largo plazo. “El fin máximo de todo negocio es generar utilidades y rentabilidad. Pero hay algo más poderoso: tiene que haber un compromiso con el proyecto”, aseguró Rodrigo Antonio Herrera Rueda, representante del Nodo de Innovación del IDIT.

 

Un emprendedor debe tener amplias capacidades de análisis de mercado para comprender las tendencias y empatizar con las necesidades del entorno. Al mismo tiempo, la creatividad y la resistencia a la frustración serán fundamentales para encaminar un proyecto resiliente y multidisciplinar.

 

El pánel invitó a los próximos profesionistas a mantener una disposición permanente a la capacitación y el aprendizaje. Al mismo tiempo, animó a disfrutar cada momento de la nueva etapa de la vida. “Seguramente van a tomar decisiones equivocadas y van a tener que corregirlo, pero vívanlo: esto es la vida”.

 

 

Reportero multimedia y texto / Roberto Pichardo Ramírez/ZHR

 

Captura de pantalla / Zamira Hernández Rojas