Monserrat Cosme Chávez, estudiante de Medicina, al igual que todos los que cuentan con la beca de investigación, ha sacado el mayor provecho de ella y gracias a su esfuerzo hoy tiene distintos logros académicos que le han brindado experiencia tanto personal, profesional e internacionalmente.

Monserrat Cosme Chávez, estudiante de la licenciatura en Medicina fue beneficiada al terminar sus estudios de preparatoria con la beca de investigación UPAEP, apoyo supeditado a la generación de estudios de corte científico.

Así llegó con la Dra. Virginia Sedeño Monge, profesora investigadora del decanato de ciencias médicas SNI I, con quien trabajó en el artículo "A comprehensive update of the status of hepatitis C virus (HCV) infection in Mexico—A systematic review and meta-analysis (2008–2019)", que se publicó en la revista internacional y de corte científico Annals of Hepatology que se publica cada dos meses con fondos de la Fundación Clínica Medica Sur.

Relató que el interés por el tema surgió porque revisando artículos para definir su investigación hallaron que la población con hepatitis C es muy diversa. Por ejemplo, con respecto a los factores de riesgo, hay poblaciones que no los presentan de una manera tan evidente mientras que hay poblaciones en las que los factores de riesgo son muy específicas de ciertos pacientes.

La publicación, explicó, se trata básicamente de una revisión sistemática en la que se analizaron otros artículos que abordaron el tema patológico sobre hepatitis C.

“Nos tomó alrededor de dos años, no fue tan rápido, pero el valor que tiene es bastante amplio, pues abarcamos análisis y estudios de hace más de 10 años”, agregó.

Además de ese gran logro, Monserrat comparte que colaborar en esta investigación también le ha dado la oportunidad de trabajar con gente que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), de hecho la doctora Virginia Sedeño, con la que ha estado colaborando, es miembro nivel I este organismo.

Otra de las ventajas que encontró a partir de ser becaria de investigación, confesó, fue que pudo vincularse con compañeros de la Asociación Estudiantil de Medicina Águilas Puebla (AEMAP), un grupo estudiantil en UPAEP que promueve el intercambio internacional de estudiantes de Medicina, ya que gracias a ellos pudo irse a Barcelona y Perú a aprender sobre cómo manejan su sistema de salud.

En Perú, comentó, realizó una rotación en el área de Neurología donde encontró un área de oportunidad muy grande para promover la investigación con sus compañeros, y es que detectó que llegaban muchos casos importantes con los cuáles podrían realiar proyectos pero no eran aprovechados.

Así, en pláticas y convivencia entre amigos, surgió la idea de que ella y otras cuatro personas, entre residentes y pasantes médicos, formaran un tipo de grupo estudiantil para estudiar dichos casos semanalmente.

“Nos reuníamos cada semana y discutíamos casos clínicos; hoy, estamos en proceso de publicar un reporte de casos”, agregó.

Y es que toda esa experiencia en la investigación y la publicación de artículos y reportes, le ha brindado también la ventaja de poder ser parte de una asociación nacional en la que colabora con equipos editoriales.

“UPAEP y la beca han sido ese parte aguas para seguir investigando y trabajando, buscando nuevas experiencias que me brinden más conocimiento y aprendizaje”, reconoció.

Algo importante que ha aprendido a lo largo del tiempo en la carrera, es que hay que aprovechar las oportunidades que le brinda la universidad, como tener profesores que son miembros del Sistema Nacional de Investigadores y que muchas veces por pena, miedo o desconocimiento, los estudiantes no se acercan a ellos para preguntar por su trabajo e investigaciones.

“Los doctores siempre están abiertos a que los alumnos colaboremos con ellos dentro de sus líneas de investigación para publicar un artículo, trabajar en equipo, aprender”, destacó.

A pesar de que se sabe que la carrera de medicina puede llegar a ser un tanto demandante, para Monserrat, la parte de investigación no ha significado un impedimento u obstáculo para hacer sus labores con respecto a las materias, al contrario de esto, gracias a ello ha aprendido a organizarse para encontrar la fusión perfecta que le permite relacionar todo lo que aprende en su proyecto de investigación con su aprendizaje diario en las clases.

“El saber organizarte y tener pasión por lo que realizas hace que el trabajo de investigación sea un punto fundamental en tu formación, es decir, que sume a tu carrera, a tu conocimiento clínico, a tu experiencia sobre el manejo de los pacientes, entre muchas otras cosas”, comentó.

Finalmente como mensaje a todos sus compañeros tanto de la carrera como de la universidad, Monserrat cree firmemente que nunca es demasiado tarde o demasiado temprano para empezar algo.

 “El mundo de la investigación nunca se va a terminar, la medicina es un campo que siempre está en constante cambio y podemos ser parte de esos eslabones de conocimiento que van surgiendo y se van forjando”, concluyó.