El Obispo Auxiliar de Puebla participó “Reflexiones Teológicas para la Esperanza”


“El hombre es el único ser vivo que puede darle valor al sufrimiento y trascender desde éste”, así lo expresó Mons. Felipe Pozos Lorenzini en su conferencia “Mirad el árbol de la cruz”, como parte del ciclo de conferencias “Reflexiones Teológicas para la Esperanza”.

Señaló que la crisis por el COVID-19 ha llevado a la sociedad a sensibilizarse ante el sufrimiento de los demás, a preguntarse el porqué de éste. “Ha descubierto lo frágiles que somos, nos ha llevado a tomar consciencia del sufrimiento, lo conocíamos pero no lo habíamos reflexionado”.

Mons. Pozos declaró que el sufrimiento tiene un valor pedagógico ya que nos enseña y ubica, pero además  nos puede abrir o cerrar a la desesperación o la esperanza, a la angustia o la confianza.

Añadió que dentro del Nuevo Testamento el sufrimiento es la revelación del amor divino. “Jesús conquista la vida eterna a través de la obediencia y el sufrimiento. El sufrimiento de Jesús es por amor… Jesús llega a la cruz por obediencia y amor al Padre”.

A este respecto enfatizó que al sufrimiento hay que darle un valor, “mi sufrimiento unido al de Jesús en la cruz adquiere un valor infinito. El sufrimiento de Jesús es la respuesta de Dios que ama tanto al hombre”. 

El obispo exhortó a los feligreses, como decía San Pablo, a  estar siempre alegres a pesar de las complejidades de la vida. “El sufrimiento en los momentos difíciles se llama paz”, destacó.

Regresando al tema de la pandemia expresó que ésta tiene dos peligros: el egoísmo y la indiferencia, y que para vencerlos necesitamos, de acuerdo al cardenal Osoro, dos sustantivos encontrados en el Padre Nuestro, todos somos hijos, entonces  todos somos hermanos.

Finalizó destacando que Dios permite el sufrimiento de las personas para que se obtengan mayores consecuencias (un bien mayor). Ejemplo de ello es unos padres que permiten el tratamiento médico, doloroso, de un hijo; aunque sufrirá, servirá para un bien mayor que es la cura.