Meses después de debutar en 2005 como equipo de Fórmula 1 tras la compra de Jaguar, Red Bull fue por más. Dietrich Mateschitz decidió comprar Minardi, transformarlo en Toro Rosso y así, desde el Mundial 2006, la casa austríaca pasó a tener dos escuderías en la categoría.

 

Siempre funcionaron de manera independiente, condición sine qua non impuesta por la FIA desde su normativa. Por eso, Toro Rosso mantuvo su planta en Italia y el team principal, en Inglaterra. Por supuesto que existía el contacto y las consultas, pero cada constructor debe tener su auto propio. El segundo equipo sirvió como lugar de fogueo de pilotos, como Sebastian Vettel o Max Verstappen, solo por mencionar los casos más exitosos. También hubo otros que no resultaron como Pierre Gasly y Alex Albon.

 

Para 2020, el primo de Red Bull se reconvirtió en Alpha Tauri, marca de ropa que pertenece al gigante austríaco. Bajo esa nomenclatura compitió hasta 2023, porque desde este año se reconvertirá, acuerdo de patrocinio mediante, en Visa ChasApp RB F1 y no solo se trató de un nuevo nombre, porque también se acercó en la familia: pasó de ser el primo al hermano de Red Bull.

 

Probablemente no pase mucho para que los rivales pongan el grito en el cielo, como ocurrió en 2020 cuando al Racing Point lo apodaron Mercedes rosa, por las soluciones iguales a la Flecha de Plata de 2019. De hecho, intervino la FIA, investigó, encontró el plagio y multó a Racing Point con 400 mil euros y la quita de 15 puntos en el Mundial de Constructores. ¿Pasará este año?

 

En un evento realizado en Las Vegas se presentó el VCARB-01. Racing Bulls aseguró que se aprovechó lo máximo posible de las bondades del reglamento para utilizar elementos de Red Bull y ser ambos equipos propiedad de un mismo dueño, con lo cual no habría violación de propiedad intelectual. Abogados alert. El auto de Racing Bulls sigue completamente la línea de desarrollo y configuración del RB19, el modelo del hermanito mayor con el que Verstappen consiguió su segunda corona. Sus soluciones aerodinámicas y la suspensión son el calco de Red Bull. Y el difusor también sigue la línea del coche creado por Adrian Newey. Por si faltaba algo, llevará la misma caja de cambios.

 

Cambio de nombre, nueva filosofía de diseño y flamante cúpula. Ya no estará más Franz Tost al frente del equipo; su lugar fue ocupado por el francés Laurent Mekies, exdirector deportivo de Ferrari. Además, Peter Bayer es el nuevo CEO del team, Alan Permane (ex-Alpine) asumió como director de carreras, Tim Goss es el director técnico y Guillaume Cattelani (con pasado como ingeniero de la FIA) será el director técnico adjunto.

 

Lo único que sí queda inalterable con respecto al cierre de 2023 desde Alpha Tauri son los pilotos. Daniel Ricciardo, quien reemplazó a Nyck de Vries en la mitad de la temporada (fue eyectado por Helmut Marko), y Yuki Tsunoda continuarán como los titulares del team.

 

La renovada competitividad que esperan en Faenza con el nuevo auto le dio nuevos bríos al australiano. “Volver al podio sería increíble, pero si me dicen que solo voy a conseguir un podio y el resto serán décimos puestos, no es lo que quiero. Prefiero unos cuantos quintos, sin podios y mostrar esa consistencia adelante”, dijo Ricciardo. “Creo que esto es más que una fase de crecimiento para el equipo y nos hemos convertido en algo más que una segunda escudería y eso es muy importante”, dijo el piloto de Perth.

 

La sinergia de Racing Bulls y Red Bull irá en aumento en el futuro. Hoy el equipo tiene dos plantas: Faenza y Bicester. Desde la base inglesa salen los diseños y trabajos aerodinámicos. Ese departamento se mudará a Milton Keynes, justo donde está la base de Red Bull.