Sólo nueve puntos en la bolsa de Sergio Pérez en el Gran Premio de Italia de la Fórmula 1 suenan a muy, muy poco para un piloto de Red Bull en 2022, pero luego de ver lo que vivió el mexicano en Monza, tal vez el daño no fue tanto.

 

Porque ver la clasificación final de la carrera con Checo Pérez en sexto lugar, más el punto extra por la vuelta rápida, pero detrás de Max Verstappen, Charles Leclerc, George Russell, Carlos Sainz y Lewis Hamilton necesariamente lleva a ver con aprensión que el estado del campeonato ahora tiene al tapatío con 210 puntos, en tercer lugar, nueve unidades abajo del monegasco Leclerc de Ferrari y únicamente siete arriba del joven Russell de Mercedes.

 

A falta de seis GP's en el calendario de 22, el subcampeonato de la F1 luce como un embudo donde Leclerc, Pérez, Russell y Sainz entrarán con los codos bien abiertos, pero sólo uno logrará encontrar la salida.

 

Un fin de semana donde el mexicano tenía que maximizar puntos, pero del que se fue con la sensación de sólo haber minimizado los daños.

 

Pero veamos por qué y vayamos paso a paso en el vía crucis de Pérez.

 

MALA ARRANCADA Y PARADA INESPERADA EN PITS

 

Checo arrancó titubeante la carrera pactada a 53 vueltas al mítico circuito lombardo de 5,793 metros de longitud. Como sabemos el tapatío de 32 años penalizó por primera vez en la temporada, al utilizar un cuarto motor de combustión interna, lo cual, luego de bochornosas horas de deliberación por parte de la FIA lo colocó en la undécima casilla de salida.

 

Pero la largada fue para Checo Pérez de supervivencia más que de ataque. La llegada a la primera curva, esa caprichosa chicana a la derecha, lo sorprendió del lado derecho, más con la consigna de evitar un contacto terminal que con la misión de avanzar posiciones.

 

Así que, Checo perdió dos lugares, con Esteban Ocon y Kevin Magnussen, tan solo en la primera vuelta y de ahí se trataba de, como el salmón, nada contracorriente y evitar que un zarpazo enemigo lo sacara del trazado.

 

El segundo escollo era el tráfico, pero luego de ser presa del ritmo de Carlos Sainz y caer al sitio 16, desde su pit el ingeniero Hugh Bird le ordenó entrar a los fosos. La lucha para recuperar posiciones y la escaramuza con el español trajeron una fuerte vibración en la llanta delantera derecha del monoplaza RB18 del nacido en Guadalajara.

 

Apensa en la vuelta 7 y Checo Pérez estrenaba las paradas en pits. Dejó las llantas medias y se llevó unas duras que traían como "bono" un manojo de llamas que encendían el freno del mencionado eje delantero derecho.

 

"Hay unas flamas", dijo Pérez por el radio, así que le pidieron llevar el auto con cuidado para evitar que ese fuego se extendiera en el auto y provocara su abandono. Ahora, Checo era último y no podía empujar hasta que los "paños fríos" refrescaran sus frenos.

 

LARGO STINT CON DURAS, LA DISYUNTIVA DE LOS PITS Y EL SAFETY CAR

 

Checo Pérez tuvo que resetear sus planes, ver cómo Sainz escalaba y tragar la frustración de bregar desde la cola de la procesión F1 en Monza. Con neumáticos blancos, los duros de la gama Pirelli, tardó 29 giros al 'Templo de la Velocidad' para ubicarse en el Top 5 detrás de su compañero de equipo, Russell y los dos Ferrari, pero ahora la gran decisión era buscar el mejor momento para ir por unas llantas suaves o aguantar con duras hasta el final.

 

Los tiempos de Pérez hicieron dudar a los estrategas de Red Bull. Era competitivo, una vez que Hamilton ingresó a fosos en la 34, las dudas se agolpaban en el 'pit wall'. Lewis había estado a 19 segundos de Checo al salir con gomas frescas rojas, pero cada vuelta reducía la distancia entre 7 y 9 décimas. En teoría, de continuar con esos cronos, podría aguantar, pero la degradación podía acelerarse, caer en los tiempos y el riesgo de una ponchadura era latente.

 

¿Por qué no reaccionar de inmediato a la parada de Hamilton? ¿Para no entrar a un tren de DRS? Tal vez el mejor momento habría en la vuelta 37, cuando Lando Norris padeció una lenta detención y Hamilton estaba a 21 segundos, medio atorado por Daniel Ricciardo. Era una decisión sin tiempo de marinar las ideas y no se dio.

 

Ahora, todo lo que especulemos será basado en el hecho de que sabemos que en la vuelta 45, Ricciardo dejó su auto varado por una falla, como se dice "con el diario del lunes en la mano". Incluso, Checo Pérez cuestionó, vía radio, a su ingeniero el porqué de la parada "si iba bien con duras", pero 46 giros en condiciones de bandera verde habrían sido demasiadas. Haber tomado el riesgo habría pagado con el quinto puesto, porque como sabemos, el abandono de Ricciardo supuso un absurdo final con Safety Car.

 

Así que los 9 puntos, que cuando mucho podrían haber sido 10, son pocos pero ya no tan malos, luego de que el sobrecalentamiento de frenos pudo haberlo dejado en ceros o en el "menos peor" de los casos, en séptimo puesto porque Norris no parara con el SC.

 

LA DIFERENCIA CON MAX ES ALGO MÁS QUE PISO

 

No se puede analizar el trabajo de Checo Pérez sin voltear al otro lado del garage. Max Verstappen es un tanque que pasa por encima de toda la parrilla y su compañero de equipo no es la excepción.

 

Red Bull está volcado en conseguir el título para Verstappen lo más pronto posible. Once triunfos, los últimos cinco consecutivos hablan en voz alta del podería de Max, pero el hecho de que Checo Pérez tenga tres carreras con un piso que claramente no funciona, que se diga que no hay presupuesto para hacerle uno como el de Verstappen y otras situaciones, como actualizaciones enfocadas en él, enfatizan una diferencia que ya es abismal.

 

El ánimo de Pérez y la frialdad de lo dicen los altos mandos del equipo sobre él, hacen suponer que las constantes quejas de Checo en el radio son reflejo de una tensa relación.

 

Christian Horner no dijo ni una palabra en el radio a Checo Pérez al final del GP, cuando siempre lo hace. Eso es algo, por lo menos, inusual y que podría ser un síntoma de enfriamiento o que Red Bull sólo tiene ojos para Max, obviamente deben poner todas las energías en que sea campeón lo más pronto posible, pero luego deben hacer lo mismo para que Pérez sea subcampeón.

 

Quedan seis carreras, parecen ser en sentido contrario y de subida para el mexicano Checo Pérez.