Si no has tenido la oportunidad de leer la obra de la célebre escritora estadounidense, a continuación te presentamos un top 10 de sus libros

 

Lewis Hamilton ya tenía un lugar en la historia de la Fórmula 1 antes de iniciar la temporada 2021, ya no necesitaba mucho más que demostrar para ocupar un asiento en la mesa de los grandes, mas la batalla contra Max Verstappen, lejos de restarle méritos ha engrandecido su legado como piloto.

 

El inglés nacido en Stevenage el 7 de enero de 1985 encontró en el neerlandés a un titán de su estatura para medir fuerzas en autos y equipos totalmente diferentes, en una auténtica justa deportiva que ya le hacía falta a la F1.

 

Fue una temporada donde Red Bull inició con un mejor auto, pero que Mercedes fue, poco a poco, equilibrando. La grandeza de Hamilton surgió cuando su auto era menos fuerte, incluso pudo ganar tres de las primeras cuatro carreras, algo que luego experimentó 'Mad Max' cuando el RB16B perdió poder frente al W12 en las últimas cuatro del año.

 

Hamilton logró llegar a Abu Dhabi, el GP que cerraba el calendario, empatado en puntos con el pujante joven de 24 años, con quien intercambió el liderato de la clasificación en cinco ocasiones, aunque él sólo pudo detentar la punta durante ocho carreras, por 14 del holandés.

 

Hubo choques, polémica, baste recordar el primer contacto en San Marino; el violento choque en Silverstone, donde se pasó de la cordialidad a la tensión entre pilotos y equipos; o la vez que desafiaron a la física y pretendieron que dos cuerpos (en este caso monoplazas) ocuparan el mismo espacio al mismo tiempo y terminaron uno encima del otro en la chicana de Monza. En realidad y aunque siguieron los toques y cada vez fueron menos comunes sus charlas, mantuvieron una conducta muy cercana a la limpieza en la pista y la civilidad fuera de ella.

 

La Fórmula 1 no es un lugar donde se acostumbre la hipocresía o que se escondan los enconos. Las conferencias de prensa juntan a los que tienen cuentas pendientes y se les pregunta por ellas. No hay diplomacia, pero sí mucha madurez.

 

En la pista, Hamilton sacó a su auto la velocidad que no tenía y cuando la tuvo fue contundente, así pudo mantenerse en la pelea en lo que Mercedes encontraba la forma de darle un mejor auto.

 

Por primera vez en las más recientes 7 temporadas, Hamilton tuvo una oposición real fuera de su equipo, más allá de los muchos problemas que le causó en 2016, otro hijo de un ex piloto, el vástago de Keke, Nico Rosberg.

 

Mercedes de 2014 a 2020 no tuvo rival en la pista y, prácticamente se esperaba el momento en que Hamilton definiera el título a su favor, pero el joven Rosberg abolló su récord, al despojarlo del campeonato 2016.

 

Una mancha en la hoja de servicio de Lewis, ya que por más méritos que haya tenido Rosberg en sus 11 temporadas, no es uno de los grandes de la historia y le ganó a Hamilton con el mismo coche, en el mismo equipo.

 

Por eso, la temporada contra Verstappen lo reivindica. Max es un fuera de serie, un tipo que está destinado a ganar muchos títulos, a perseguir los records que deje el propio Hamilton, pero no hay que ir tan rápido, esto no ha terminado, nos espera el 2022, donde seguramente Mercedes tendrá un monoplaza de punta y Lewis llegará más preparado para recuperar lo que es suyo.

 

Ahora será el encontronazo entre dos campeones, uno que defiende su primer título y otro que no se quiere ir de la Fórmula sin llegar a la marca de ocho campeonatos.

 

Mientras, Lewis Hamilton ya puede llegar a la mesa que tienen reservada Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna, donde también llegan a departir Michael Schumacher, Jim Clark y Alain Prost, porque el inglés de 36 años, ya es un inmortal de la F1 y más luego de por fin tener una temporada brillante contra un oponente a la altura.