Presenta “Las culturas autóctonas…”, un volumen que narra qué fue Mesoamérica, cómo empezó la siembra del maíz.

 

En el país no abundan publicaciones de ensayos en lenguas originarias sobre el pasado de México ni de las actuales comunidades indígenas, en su mayoría se editan cuentos, leyendas y poemas; sin embargo, existe una necesidad de los hablantes nativos por conocer las modificaciones que su cultura ha tenido a lo largo del tiempo, es por ello que la autora Raquel Urroz Kanán lanzó el libro “Las culturas autóctonas disponibles para salvar la humanidad”.

 

Esta edición artesanal hecha por la editorial Temakixtilistli evidencia la falta de apoyos institucionales para las publicaciones en lenguas indígenas ya que la búsqueda de traductores, la impresión, la distribución y la venta corrió a cargo de la autora.

 

“Es una autoedición artesanal, no hay respaldo de una editorial grande. Me entusiasmé y busqué traductores, pero son tantas lenguas que esto es una empresa que la debería de tomar el gobierno. Hasta donde pude llegar fue a la traducción del náhuatl, zapoteco, mixe, mixteco, tsotsil, otomí, ñuhu, mazahua, mazateco y tepehua. Ahora haremos audiolibros para la gente que no sabe leer su lengua, que solamente la habla y que es la gran mayoría”, narra.

 

¿Qué tan común es que se realicen ensayos?

He investigado a través de los traductores y dicen que en sus lenguas sólo hay libros para niños, no quiere decir que valgan menos pero no hay material para un joven o para quien quiera estudiar antropología o conocer su propia cosmovisión. No hay algo en sus lenguas cuando son nacionales y valen lo mismo que el español.

 

¿Cómo se consiguen los libros?

En Amazon no hay ninguna lengua indígena, ahí se subió a español, inglés y francés, es lo que te permite la máquina. Cuando haya presentaciones se venderán las versiones en español y náhuatl, los demás están en producción. Más adelante haremos la presentación de los audiolibros en las diferentes lenguas.

 

¿CUÁL ES NUESTRA HISTORIA?

“Las culturas autóctonas disponibles para salvar la humanidad” narra qué fue Mesoamérica, cómo empezó la siembra del maíz, cuál fue el vínculo de los antiguos pobladores con los cerros y el agua, cuáles eran sus dioses, qué fue la Conquista y qué significa crisis ambiental.

 

“Un artículo de difusión que hable de culturas antiguas y de las actuales en lenguas originarias no es muy común, podemos encontrar poesía dirigida a un amplio público pero un artículo de divulgación es poco común”, afirma Natalia Juárez, hablante y traductora del mazateco.

 

Que se escriba sobre historia es aún más complicado, añade. “Existe la historia de México y no se cuenta la historia de las comunidades. Nos interesa revisar el pasado, uno se adentra en este escrito y descubre cosas interesantes que se pueden relacionar con lo que hacemos hoy los mazatecos como la cultura de cuidar y ser recíprocos con el medio ambiente”.

 

Natalia Juárez platica que cuando estudió la universidad encontró algunos registros sobre su comunidad. “Estaban en la biblioteca, pero no los encuentras en la comunidad, sería interesante saber cómo vivían los mazatecos antes de 1930 porque te quedas con la duda de ¿qué habrá sido de nosotros antes de ese año?, ¿cómo se ha ido modificando nuestra forma de vida?”.

 

¿Qué palabras te resultaron complicadas traducir?

En las lenguas mexicanas hay palabras que no existen, entonces explicamos su significado. Por ejemplo, la palabra cosmovisión es un término que nació en español y es una sola palabra, en cambio en nuestra lengua tenemos que decir que son las formas de ver el mundo y no se puede reducir a una sola palabra.

 

“Autóctono e indígena son palabras que nos adjudican pero que en nuestra lengua eso no existe. Yo no soy indígena, soy mazateca, somos personas que hablan la lengua del corazón (Ha shuta Enima). Esto sucede con los mazatecos y con todas las culturas que están dentro de México”.

 

INSUFICIENTE

Natalia Juárez comenta que dedicarse a la traducción no es suficiente para vivir. “Conozco a autores que publican sus obras pero también se han dedicado a la academia o a hacer políticas públicas, y creo que no es suficiente, no sé si pase lo mismo con las personas que hablen el español”, indica.