Ambientes totales, montado en el Laboratorio Arte Alameda presenta las diferentes facetas de la obra de la artista plástica mexicana

 

(Kevin Aragón) “Crear instalaciones efímeras es para mí una forma de vida. Buscar y encontrar nuevas soluciones a nuevas situaciones para cada proyecto me reinventa y renueva día con día”, escribió a máquina -en un documento sin lugar y sin fecha- la artista mexicana Helen Escobedo (1934-2010), considerada como una de las pioneras de este tipo de expresión artística en nuestro país. La misma que definía al arte como una ambientación total, habitable.

 

El Laboratorio Arte Alameda (LAA), en la Ciudad de México, exhibe la retrospectiva de la obra de Escobedo, con la apertura de la exposición Ambientes totales, la cual toma como eje central su labor como creadora de instalaciones de 1968 a 2010.

 

 “Si bien es una artista conocida, muy importante en la historia del arte mexicano, nos parece que hay que hacerla contemporánea. Es decir, atraer a nuevos públicos a su creación artística, pero también repensar ciertos aspectos de su trabajo que nos ayuden a entender cómo es que esta artista -que comenzó como figurativa y luego geométrica, muy asociada al trabajo de la Generación de la Ruptura- se volvió en una creadora de arte instalación; y cómo es que ese trabajo vincula su obra a una variedad inmensa de procesos sociales complejos y contradictorios”, dijo en conferencia Lucía Sanromán, directora del LAA y curadora de la exhibición”.

 

Se trata de una muestra que ya había sido exhibida en 2022, en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), la cual reúne más de 100 obras, entre ellas cinco reconstrucciones de proyectos de instalación y 80 piezas de obra pictórica, gráfica y escultórica, que son acompañadas de documentos y fotografías pertenecientes al Fondo Helen Escobedo, resguardado por el Centro de Documentación Arkheia, del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

 

A manera de presentación, Ambientes totales, recibe a los visitantes con una réplica del vocho que Escobedo manejaba y que intervino artísticamente, que al mismo tiempo era un objeto arte y un medio de transporte.

 

ENTRE BOCETOS Y MAQUETAS

 

La exhibición está dividida en tres núcleos. El primero, “Habitando la geometría”, recoge bocetos y maquetas de la obra de Escobedo hecha a finales de los 60 y principios de los 70, que la crítica de arte Raquel Tibol, nombró como “muros dinámicos”, en ellos la artista utilizó la geometría como creadora de “partituras en el espacio”, para hacer planos escultóricos.

 

El segundo, “Pasajes verticales”, es una selección de maquetas escultóricas a pequeña escala, así como bocetos de proyectos públicos, de los cuales algunos llegaron a concretarse. Entre ellas la famosa escultura Coatl, que se encuentra en el Centro Cultura Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México. En varios otros bocetos Escobedo realizó exploraciones artísticas que cuestionan la dimensión canónica del cubo, para fijarse en la verticalidad de escaleras.

 

Como tercer grupo, la muestra también presenta una selección titulada “Contra monumentos a lo cotidiano” abstractos, que la artista diseño, con un gran sentido del humor, como una suerte oposición a la hegemonía priista, para ensalzar la vida cotidiana mexicana, a través de elementos como la infancia, los tacos y los cigarros.

 

“Estas esculturas artísticas humorísticas, vienen de una práctica que ella tuvo de burlarse de la monumentalidad. Hay textos donde ella habla de su desencanto y cansancio con el patronazgo gubernamental del sistema priísta, alrededor de los grandes monumentos de estilo abstracto, como el Caballito”, explicó Lucía Sanromán.

 

SU VISIÓN A TRAVÉS DE LAS INSTALACIONES

 

Tomando en cuenta la arquitectura y espacio del edificio que resguarda al LAA, las piezas de arte instalación, fueron reconstruidas a partir de la revisión de instrucciones que Escobedo utilizaba para los montajes de sus exposiciones. Un trabajo, que según Sanromán, implicó investigación de archivo, realizado principalmente por su asistente en curadoría Paloma Gallardo, éste también significó un trabajo de interpretación de indicaciones y escalas y diseños, pues éstas instrucciones eran utilizadas como herramientas de trabajo útiles en su momento, más que como guías para exposiciones póstumas.

 

“El arte instalación es distinto a la escultura autónoma. Esta última mantiene su estética más allá de que esté o no el artista para generar una experiencia artística, mientras que la instalación sí requiere de un ojo artístico que instale y reinstale”, puntualizó Sanromán.

 

Entre las instalaciones que se muestran, están Los mojados, que con maniquíes de alambre, vestidos con impermeables, en un cuarto oscuro, refiere a la incertidumbre que los migrantes sufren en su trayecto hacia la frontera de México con Estados Unidos; Moda Papelera, que se interpreta como una crítica sobre el mundo de la moda, a través de figuras de pvc negro que evocan vestidos, pero también aviones bélicos.

 

También se encuentra las instalaciones La muerte de la ciudad, con la que Helen, utilizando botes de basura, hizo una crítica a la contaminación visual o física en las urbes; Corredor blanco, una de sus primeras instalaciones efímeras transitable, de 1969 ; así como la última pieza que la artista creo, que curiosamente fue exhibida el LAA en 2010: Hoy como ayer, que presenta una estructura con lo que parecen tubos de cañones frente a un espejo deforme, en alusión a la los efectos de la Revolución Mexicana.