El desmontaje se realizó con asesoría del INAH e INBA, dijo el GCDMX/ Claudia Sheinbaum señaló que es un trabajo que ya se tenía contemplado desde hace tiempo

 

En la madrugada de ayer, especialistas retiraron las estatuas de Colón y los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Deza.

 

La estatua de Cristóbal Colón, así como las correspondientes a los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Deza, ubicadas en la avenida Paseo de la Reforma, en la colonia Tabacalera, fueron retiradas ayer para su restauración.

 

 A través de un comunicado, el Gobierno de la Ciudad de México informó que, en conjunto con aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se realizó el desmontaje del conjunto escultórico para ser sometido a análisis y diagnóstico.

 

 “Después de obtener los análisis del complejo escultórico, conformado por la estatua de Colón y las figuras de los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Deza, se establecerá la fecha de restitución de la obra que sufrió daños en 1992”, aseguró el gobierno de la ciudad.

 

 Al respecto, el INAH expresó que el gobierno local contrató a dos empresas especializadas en el montaje, desmontaje y transporte de bienes culturales.

 

 “En las maniobras, realizadas la madrugada de este sábado 10 de octubre, participaron, por la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX, el subsecretario de Servicios Urbanos, Efraín Morales López, y el director general de Servicios Urbanos y Sustentabilidad, Hugo Estrada Arroyo; por parte del INAH, estuvo presente la coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, María del Carmen Castro Barrera”, indicó el Instituto.

 

 Hasta no tener un diagnóstico detallado de su condición, reiteró el INAH a través de un comunicado, se podrá determinar el tiempo requerido para su restauración y el gobierno local determinará la fecha de restitución de las piezas escultóricas.

 

 En conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum descartó que el desmontaje fuera motivado por alguna convocatoria de derribar la estatua de Colón el próximo 12 de octubre, fecha en la que se conmemora el Día de la Raza.

 

 “Es un trabajo que se tiene con el INAH e INBA, la Glorieta de Colón particularmente se ha pintado y desde hace tiempo se había pensado su restauración y a lo mejor valdría ahora una reflexión colectiva de qué representa. Esta visión de que todos aprendimos del descubrimiento de América como si América no existiera antes de que llegara Colón. Vale una reflexión hacia el próximo año (sobre) lo que significa Colón”, dijo.

 

“Se abre una reflexión aprovechando la invitación que nos hace el presidente de lo que significan 200 años del México independiente, el perdón que mencionó en su conferencia matutina y todo lo que significa en términos de la reflexión de la historia de nuestros pueblos originarios, de nuestra patria, migraciones y, sobre todo, de que las civilizaciones tienen una riqueza enorme desde antes de que llegaran los españoles”

 

Sin embargo, días previos a que las autoridades retiraran la estatua, diferentes colectivos convocaban a la gente el 12 de octubre para derribar el monumento que, dicen, es de colonizadores y representa la esclavitud, el saqueo y el racismo que vivieron los indígenas tras la llegada de los españoles.

 

FICHA. De acuerdo con Carlos Martínez Assad, investigador de la UNAM, en su libro La Patria en el Paseo de la Reforma, la estatua de Cristóbal Colón fue esculpida por el francés Charles Cordier y "la Glorieta de Colón se inauguró en 1877 cuando ya se convocaba a una construcción del (monumento) dedicado a Cuauhtémoc para afianzar nuestro mestizaje".

 

Desde meses atrás, la figura de Cristóbal Colón se convirtió en polémica tras el retiro de esculturas de este personaje histórico en varios lugares públicos de Estados Unidos, como fue el caso de parques de Chicago, tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis. La pinta y retiro de las esculturas se convirtió en una exigencia social contra el racismo y el rechazo de los símbolos sobre la conquista de América y los colonizadores.