Al usar rayos X e imágenes infrarrojas descubrieron una naturaleza muerta neoclásica en el lienzo. Se trata de un dibujo oculto de «una jarra, una taza y un objeto rectangular que puede ser un periódico» apoyado en lo que parece ser una mesa o un asiento, de acuerdo con el estudio de Allison Langley, Kimberley Muir y Ken Sutherland que se ha publicado en la revista especializada SN Applied Sciences.

 

El Instituto de Arte de Chicago cuenta con una nutrida colección de Pablo Picasso y un equipo de especialistas decidió examinar más a fondo una de éstas: Naturaleza muerta (1922) con el fin de comprender mejor sus complejas capas y aquellas áreas donde la pintura parece estar arrugada.

 

Sorprendentemente, al usar rayos X e imágenes infrarrojas descubrieron una naturaleza muerta neoclásica en el lienzo. Se trata de un dibujo oculto de «una jarra, una taza y un objeto rectangular que puede ser un periódico» apoyado en lo que parece ser una mesa o un asiento, de acuerdo con el estudio de Allison Langley, Kimberley Muir y Ken Sutherland que se ha publicado en la revista especializada SN Applied Sciences.

 

La escena probablemente fue influenciada por los interiores de la casa y el estudio de Picasso en la Boétie en París, que proporcionó el tema de muchas de sus pinturas y dibujos, según se señala en el texto. La composición se presenta con un dibujo lineal ejecutado en pintura que ha empapado o manchado el lienzo.

 

Los especialistas señalan que el artista malagueño solía pintar sobre obras de arte anteriores, pero generalmente lo hacía directamente sobre ellas e incorporaba el trabajo anterior al nuevo. Sin embargo, en esta ocasión, Picasso tapó el dibujo descubierto ahora usando una capa blanca y gruesa de pintura antes de pintar la pieza abstracta. Como resultado, no es posible ver desde la superficie ninguna evidencia de la composición.

 

El equipo desconoce los motivos por los que el genio cubrió la pintura, pero no alberga dudas acerca de su autoría, ya que existe una obra suya similar, que actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Gotemburgo en Suecia, de acuerdo con Live Science.