AMLO, en la presidencia, sigue siendo el activista en busca del poder. Desliza a diario, junto con su cofradía, la desconfianza en el instituto electoral, porque necesita ese pretexto para impugnar derrotas.
AMLO, en la presidencia, sigue siendo el activista en busca del poder. Desliza a diario, junto con su cofradía, la desconfianza en el instituto electoral, porque necesita ese pretexto para impugnar derrotas.