La lista de beneficios para la salud asociados a los baños calientes sigue creciendo.

 

Según una nueva investigación, un baño caliente podría tener efectos que se extiendan más allá de la relajación mental que puede aportarnos. Según los autores, los baños calientes regulares podrían reducir la inflamación y mejorar el metabolismo. En los últimos años, los baños calientes, saunas y otras terapias de calentamiento pasivo han recibido una atención creciente por parte de los científicos.

 

Los científicos ahora creen que los baños calientes ofrecen algunos beneficios potenciales, incluida la mejora de la función vascular y el sueño.

 

Debido a que los baños de agua caliente tienen un bajo costo y es poco probable que causen efectos secundarios significativos, comprender cualquier beneficio que pueda tener podría ser una ganancia rápida para la medicina.

 

Recientemente, un equipo de investigadores se propuso comprender si la inmersión en un baño caliente podría tener un impacto en los trastornos metabólicos, como la diabetes. Teorizaron que la influencia de un baño caliente sobre el metabolismo de la glucosa podría girar en torno a la respuesta inflamatoria.

 

Existe cierta evidencia de que la inflamación crónica de bajo nivel aumenta la resistencia a la insulina. En otras palabras, la inflamación reduce la capacidad de una célula para responder a la insulina, contribuyendo potencialmente al desarrollo de la diabetes.

 

A la inversa, se ha demostrado que el ejercicio reduce la inflamación y mejora la sensibilidad a la insulina, lo que significa que el cuerpo tiene un mejor control sobre los niveles de glucosa.

 

Aunque los médicos a menudo recomiendan hacer ejercicio para reducir el riesgo de desarrollar trastornos metabólicos, no todos pueden hacer ejercicio, tal vez debido a condiciones de salud o capacidad física. Por lo tanto, es esencial encontrar formas alternativas de mejorar la sensibilidad a la insulina para estas personas.

 

El  ejercicio provoca una breve respuesta inflamatoria, seguida de una respuesta antiinflamatoria más extensa. Los investigadores querían ver si un tipo diferente de estrés físico (un baño caliente) podría tener un efecto similar en el sistema inmunológico.

 

Para este estudio, los expertos examinaron el impacto de un baño caliente en hombres con sobrepeso, en su mayoría sedentarios. Cada participante se sumergió en un baño de agua a 39 °C durante 1 hora. Se tomaron muestras de sangre justo antes y después del baño, y luego 2 horas después. Además, registraron la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca de los participantes cada 15 minutos.

 

Durante las siguientes 2 semanas, los participantes tuvieron otras 10 inmersiones en agua caliente.

 

Los investigadores encontraron que una sola inmersión en agua caliente causó un aumento de interleucina, un marcador de inflamación. Del mismo modo, hubo un aumento en la producción de óxido nítrico.

 

El aumento de óxido nítrico es importante porque hace que los vasos sanguíneos se relajen, disminuyendo la presión arterial. También mejora la ingesta de glucosa en los tejidos, y los científicos creen que tiene propiedades antiinflamatorias.

 

Como se esperaba, la intervención de 2 semanas vio una reducción en el azúcar en la sangre en ayunas y la inflamación. De la misma manera que el ejercicio influye en la inflamación, los investigadores vieron un aumento inicial seguido de una disminución a largo plazo de la inflamación.

 

"La inmersión en agua caliente puede mejorar aspectos del perfil inflamatorio y mejorar el metabolismo de la glucosa en hombres sedentarios con sobrepeso", concluyen los autores en la revista Journal of Applied Physiology.

 

Los investigadores también apuntan que "podría tener implicaciones para mejorar la salud metabólica en poblaciones que no pueden cumplir con las recomendaciones actuales de actividad física".