Esta fecha es muy importante en las familias mexicanas y hay diversos festejos.
El 10 de mayo se aproxima, y en México, los corazones se llenan de emoción y gratitud mientras nos preparamos para celebrar a las madres en su día especial.
Esta fecha, impregnada de amor y cariño hacia las mujeres que nos dieron la vida, posee una historia rica y tradiciones únicas que la hacen significativa para el pueblo mexicano.
La celebración del Día de las Madres en México tiene sus raíces históricas profundamente arraigadas. Comenzó en 1922, convirtiendo a México en el primer país latinoamericano en sumarse a la conmemoración del 10 de mayo, según el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.
El Día de las Madres en la actualidad sirve como recordatorio del rol que tiene la mujer en la familia (Imagen ilustrativa Infobae).
Una de las versiones es que se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen María, y el 10, debido a la práctica común de pago en décadas en esa época en México.
Sin embargo, hay diversas versiones sobre los orígenes de esta celebración. Una de ellas se remonta a 1913 en Oaxaca, cuando la esposa de un presbítero metodista retomó la idea de celebrar el Día de las Madres después de encontrar una revista que hablaba del festejo.
Otra versión sugiere que la celebración se atribuyó a la Virgen María con la expansión del catolicismo por Occidente, encontrando un paralelo con la veneración de la Virgen de Fátima el 14 de mayo. En México, la elección del 10 de mayo coincidía con la costumbre de recibir el pago cada diez días.
Monumento a la Madre contra el feminismo
El Monumento a la Madre fue inaugurado en 1949 como recordatorio de los roles tradicionales de género, enfocado en la obligación de las mujeres de cumplir con el trabajo de dar a luz y mantener una visión conservadora de la maternidad (Brandon Floyd/Facebook)
Una versión más contemporánea y que intento reforzar esta festividad, se relaciona con el año 1949, cuando el expresidente Miguel Alemán Valdez inauguró el “Monumento a la Madre” en la Avenida Insurgentes de la Ciudad de México.
Inicialmente, este monumento no era un homenaje a la maternidad en sí, sino más bien un recordatorio de los roles tradicionales de género, enfocado en la obligación de las mujeres de cumplir con el trabajo de dar a luz y mantener una visión conservadora de la maternidad. Esto se veía como un intento por sofocar las manifestaciones feministas que buscaban el derecho a elegir la maternidad y la sexualidad libre.
No obstante, a lo largo del tiempo, el significado del Día de las Madres ha evolucionado. Monumentos como el “Monumento a la Madre” han sido resignificados por movimientos feministas para representar la lucha por los derechos de la mujer y la celebración de la maternidad en un sentido más amplio y empoderador.
En la actualidad, el Día de las Madres en México es una ocasión para honrar y agradecer a las mujeres que desempeñan roles de madre en todas sus formas, reconociendo su amor, sacrificio y contribución a la sociedad.
Es una oportunidad para expresar gratitud y celebrar el vínculo único que existe entre madres e hijos, trascendiendo las fronteras de género y estableciendo un espacio para la reflexión sobre la igualdad y el respeto hacia todas las mujeres.
