Algunos investigadores se cuestionan si el cerebro está preparado para experimentar el amor de manera plural.

 

El amor, sentimiento a veces inexplicable, ha sido objeto estudio en abundantes ocasiones. En el ámbito de las relaciones románticas, la idea de estar enamorado de más de una persona a la vez ha sido motivo de debate y reflexión ¿Es posible amar a más de una persona simultáneamente? ¿Qué dice la ciencia al respecto?

 

En primer lugar, hay que considerar que el amor es un fenómeno complejo que involucra una interacción de procesos biológicos, psicológicos y sociales. Desde una perspectiva biológica, el amor romántico está asociado con la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina y la serotonina, que generan sentimientos de atracción, apego y bienestar emocional.

 

Mientras tanto, desde un punto de vista psicológico, el amor puede entenderse como un proceso de conexión emocional y apego hacia otra persona, que se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del amor romántico, el amor filial o el amor fraternal.

 

Históricamente, la monogamia ha sido considerada como la norma en muchas sociedades occidentales, con la expectativa de que las personas se comprometan emocional y sexualmente con una sola pareja. Sin embargo, en las últimas décadas, el poliamor, que implica la capacidad de amar a más de una persona de manera consensuada y ética, ha ido adquiriendo visibilidad y aceptación en algunos círculos sociales.

 

Por ello, investigaciones recientes en neurociencia han explorado la posibilidad de que el cerebro humano esté preparado para experimentar el amor de manera plural. De hecho, algunos estudios científicos han encontrado que las áreas del cerebro asociadas con el apego y la empatía pueden activarse tanto en relaciones románticas monógamas como en relaciones poliamorosas.

 

A su vez, la capacidad del cerebro para formar múltiples vínculos afectivos se ha observado en diversas especies animales, lo que sugiere que el amor plural podría ser una característica inherente a la biología humana. No obstante, aún no hay consenso científico al respecto.

 

En 2012, el investigador William Jankowwiak, de la Universidad de Nevada (EE UU) llevó a cabo un estudio en el que planteaba el concepto de amor concurrente, donde las personas podrían experimentar afecto y conexión profundos con múltiples parejas al mismo tiempo.

 

En este sentido, sugería que algunas personas pueden buscar caminos alternativos para cumplir su ideal de amor si no pueden encontrar todos los aspectos deseados en una sola persona. Una noción de amor concurrente que se describía como una posición filosófica que defiende la posibilidad y deseabilidad de mantener fuertes conexiones emocionales con múltiples parejas.

 

Si bien la literatura o el arte han contado historias de este tipo (relatos donde se ama a dos personas al mismo tiempo), los psicólogos han sido reacios a investigar tales relaciones. Una reticencia que podría provenir del supuesto cultural sobre la improbabilidad de amar realmente a dos personas simultáneamente. Sin embargo, Jankowwiak destacaba la necesidad de investigar más para comprender cómo las personas manejan múltiples relaciones y navegan por problemas de lealtad y exclusividad.

 

Por su parte, Aaron Ben-Zeéz, profesor de filosofía y autor de ‘En nombre del amor: La ideología romántica y sus víctimas’, opina que aquellos que consideran que es posible amar a la vez a dos personas por igual suelen ofrecer una contradicción lógica.

 

Sin embargo, hay quien defiende que este amor 'paralelo' es realmente un compromiso romántico complementario. “Se considera que el amor por la segunda persona se basa en un conjunto diferente de características y cualidades del segundo amante, y por tanto se ve como un complemento del conjunto de cualidades y características del primer amante”, señala.

 

Más de un vínculo, un solo amor romántico

En cambio, la antropóloga y bióloga estadounidense Helen Fisher, de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey (EE UU) lleva más de tres décadas estudiando el amor romántico y las relaciones, y según sus conclusiones, el cerebro no puede “lidiar” con estar enamorado de más de una persona.

 

Además, tampoco cree que la gente que se define como poliamorosa pueda estar enamorada de dos personas a la vez. “Se puede sentir un vínculo profundo con dos personas y luego cambiar al amor romántico con una de ellas”, explicaba la neurobióloga.

 

En este sentido, aclara, “cuando alguien dice que está ‘enamorado’ de dos o tres personas, creo que no entienden qué es ‘estar enamorado’. Porque algo básico en el sentimiento de amor romántico intenso son los celos. Lo que hace la gente poliamorosa es tener dos o tres vínculos con diferentes personas. Pero si dicen que están perdidamente enamorados de más de una persona, no creo que estén enamorados de ninguna”, sentencia.

 

En cualquier caso, según algunos expertos, el amor plural también puede ser influenciado por factores psicológicos y culturales. En otras palabras, las experiencias individuales, las creencias personales y las normas sociales pueden moldear la forma en que las personas perciben y sienten el amor.

 

Sea como fuere, lo cierto es que la ciencia aún tiene mucho que explorar en relación con este asunto, por ejemplo, el impacto de la participación emocional con más de una persona, el nivel de intimidad desarrollado con cada pareja o cómo las personas manejan los conflictos que surgen de emociones y prioridades competitivas.

 

En definitiva, la posibilidad de amar a más de una persona a la vez es un fenómeno complejo que depende de factores biológicos, psicológicos y culturales. Y si bien la monogamia ha sido la norma predominante en muchas sociedades, el poliamor sigue planteando la pregunta de si el amor plural es una expresión válida y legítima de la diversidad humana.

 

Referencias:

Jankowiak, W. 'Can you love more than one person at the same time? A research report'. Anthropologica (2012)

Helen E. Fisher. '¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?. Aprendemos Juntos BBVA (2020)