Estas técnicas favorecen una memorización rápida y duradera. Te enseñamos siete tipos para que empieces a practicar.

 

En 1977 Higbee definió el término mnemotécnico como un sistema, fórmula, regla o estrategia que se utiliza para ayudar a memorizar algo. Las técnicas mnemotécnicas están basadas en principios de la psicología y utilizan combinaciones, relaciones y asociaciones de ideas, a la vez que explotan nuestras capacidades visuales, mentales y auditivas.

 

Diversos estudios señalan que aquellas personas que usan reglas mnemotécnicas mejoran su capacidad de retención tanto en términos cualitativos como cuantitativos. Este tipo de “trucos” para memorizar son muy útiles en el aprendizaje de un idioma, pero también de cualquier otra materia.

 

Las reglas mnemotécnicas favorecen, pues, una memorización rápida y duradera y también mejoran la memoria gracias a la retroalimentación que esta va recibiendo del uso continuo de recursos externos. Además, una vez nos las hemos aprendido, es difícil que las olvidemos. También se adecúan a las necesidades individuales de cada persona.

 

Hay que destacar algo importante y es que el uso de estas reglas requiere algo más que memorización y es que si no se está habituado a ellas, se requerirá un esfuerzo para llevar a cabo las tareas de relación y asociación entre elementos conocidos y desconocidos.

 

Tipos de reglas mnemotécnicas

 

Reglas mnemotécnicas hay múltiples y variadas y aunque no es fácil categorizarlas, sí que se pueden ordenar según algunos puntos comunes. Prácticamente todas están construidas en base a asociaciones o manipulaciones de elementos visuales y verbales. Hay reglas que usan una imagen, un sonido o incluso rimas que se asocian a algo que se desea recordar. Estas son algunas de ellas:

 

Usar la primera letra de las palabras a memorizar

Esta técnica es útil para memorizar listas de palabras y consiste en crear una palabra con la inicial de los distintos elementos de la lista. Un ejemplo de esto sería tratar de memorizar las distintas ciudades: Málaga, Granada, Sevilla y Cádiz y formar la palabra MGSC.

 

Relacionar números y letras

Este truco sirve para recordar fechas y números. Lo que hay que hacer es formar una frase cuyas palabras tengan el mismo número de letras que cada número que se desea recordar. Por ejemplo, si se quiere recordar la cifra 2246, podemos elaborar la siguiente frase: “El (2) pez (2) nada (4) rápido (6)”.

 

Historias sencillas

Según Baddeley, está comprobado científicamente que cuando existe una historia que relaciona las palabras, más sencillo será recordarlas. La razón es que las asociaciones mentales son más fáciles y eficaces cuando las relacionamos con un sentido.

 

Uso de imágenes

Consiste en usar fotografías o dibujos que se asociarán a las palabras que se desean memorizar. Funciona especialmente bien para palabras que nombran objetos. Para ello, o elegimos imágenes que ya existen o las generamos expresamente. También se puede visualizar mentalmente la palabra.

 

Crear palabras con las primeras sílabas

Para recordar una lista de palabras, se puede crear una que esté formada por las primeras sílabas de cada una de ellas. Por ejemplo, para memoriza la primera columna de la tabla periódica de los elementos se podría crear la palabra HILISOPORUCEFRA (hidrógeno, litio, sodio, potasio, rubidio, cesio y francio).

 

Convertir números en letras

Sirve para retener combinaciones de números que bien podrían ser contraseñas. Lo que hay que hacer es sustituir cada número por una letra que se le parezca. Es algo un tanto subjetivo y lo mismo a una persona el 7 le recuerda a una T y el 0 a una O, por ejemplo.

 

Método LOCI

En este caso, lo que se debe hacer es asociar cada una de las palabras que se quieren recordar con un lugar. Un ejemplo sería recordar la palabra ‘roquefort’ emulando la Torre Eiffel de París.