Este tesoro escondido sumaría unas 270.000 millones de toneladas. El agua está atrapada en 'perlas de vidrio' gracias al impacto de meteoritos. Es un descubrimiento muy interesante de cara a futuras misiones.

 

Los futuros colonos de la Luna podrían tener mucho más fácil el acceso al agua gracias al hallazgo de una reserva secreta de agua dentro de perlas de vidrio producto del impacto de meteoritos en la superficie lunar.

 

Ha sido un descubrimiento de un equipo de científicos dirigido por HU Sen, del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China, que acaban de revelar en su estudio publicado en la revista Nature Geoscience, que en las muestras recolectadas por la sonda espacial china Chang'e 5 hay agua escondida. Según la conclusión del trabajo, estas perlas de vidrio creadas por el enfriamiento del material derretido expulsado por las colisiones de meteoritos y que se encuentran en toda la Luna, podrían contener cantidades significativas de agua; mucha más agua de la que se pensaba anteriormente, lo que representaría una fuente idónea para extraer agua de cara a futuras exploraciones lunares.

 

Si bien muchas misiones ya han confirmado la presencia de hielo de agua o agua estructural en el satélite natural de la tierra, pensábamos que la cantidad era bastante exigua. Según los expertos, debe haber un depósito de agua aún no identificado en los suelos lunares que tenga la capacidad de amortiguar el ciclo del agua de la superficie lunar. Y es que las sospechas de que debería haber una capa hidratada o depósito en profundidad en los suelos lunares para apoyar la retención, liberación y reposición de agua en la superficie de la Luna, ya vienen de largo. Por ello, los científicos propusieron las perlas de vidrio de impacto como candidato potencial para el depósito de agua no identificado en los suelos lunares.

 

¿Perlas de vidrio?

Si los impactos de meteoritos per se, las perlas de vidrio piroclásticas o las rocas volcánicas no han podido explicar el ciclo del agua de la Luna, ¿podrían las perlas de vidrio de impacto? Ahora la misión Chang'e 5 ha proporcionado una fuerte evidencia de apoyo a esta teoría.

 

Chang'e 5 fue la primera misión de retorno de muestras lunares de China y llevó a la Tierra alrededor de 1,7 kilogramos de material lunar, incluidos algunos recolectados a 1 metro de profundidad en el suelo.

 

 

¡Había agua!

El análisis de las muestras ha revelado que estas pequeñas estructuras son como esponjas absorbiendo agua y los autores sugieren que las perlas de vidrio de impacto están compuestas por un 0,2 por ciento de agua cada una (alrededor de 2.000 μg.g-1) con características de empobrecimiento extremo de deuterio. ¡El agua que proviene del viento solar se almacena dentro del vidrio de impacto!. Y la correlación negativa entre la abundancia de agua y la composición de isótopos de hidrógeno refleja el hecho de que el agua en las perlas de vidrio de impacto proviene de los vientos solares.

 

"Estos hallazgos indican que los vidrios de impacto en la superficie de la Luna y otros cuerpos sin aire en el sistema solar son capaces de almacenar agua derivada del viento solar y liberarla al espacio", explicó Hu Sen, de la Academia de Ciencias de China y autor principal del estudio.

 

Haciendo cuentas, los expertos estiman que la cantidad de agua aportada por las perlas de vidrio de impacto a los suelos lunares varía de 3,0 × 1011 kg a 2,7 × 1014 kg. Según los autores, esto ofrece un poderoso mecanismo de recarga para respaldar un ciclo activo del agua en la superficie lunar.

 

¿Otra buena noticia? Que el agua atrapada en estas pequeñas perlas de vidrio podría ser útil durante futuras exploraciones porque es fácil de extraer. Y... spoiler: podría haber otros cuerpos celestes igualmente ricos en perlas de agua.

 

Referencia:

“A solar wind-derived water reservoir on the Moon hosted by impact glass beads” 27 March 2023, Nature Geoscience. DOI: 10.1038/s41561-023-01159-6

“The Distribution of Molecular Water in the Lunar South Polar Region Based upon 6 μm Spectroscopic Imaging” by William T. Reach, Paul G. Lucey, Casey I. Honniball, Anicia Arredondo and Erick R. Malaret, 15 March 2023, The Planetary Science Journal.DOI: 10.3847/PSJ/acbdf2