Este hallazgo podría permitirnos comprender cómo la vida puede prosperar en otros mundos ante el descubrimiento previo de microorganismos que habitan el subsuelo más profundo de la Tierra.

 

En 2006, un equipo de científicos hizo un gran descubrimiento: el hallazgo de la piscina de agua más antigua del mundo en lo más profundo de una mina canadiense. A aproximadamente 3 kilómetros de profundidad, el agua databa de unos impresionantes 2 000 millones de años.

 

Ahora, un equipo de investigadores internacionales ha descubierto agua subterránea de 1 200 millones de años de antigüedad a 2,9 km por debajo de la superficie de la Tierra en una mina de uranio y oro en Moab Khotsong, Sudáfrica, según el estudio publicado en la revista Nature Communications. Ha sido precisamente el mismo equipo el que ha encontrado agua a una profundidad similar en la mina de oro y uranio Moab Khotsong en Sudáfrica.

 

El nuevo descubrimiento podría permitirnos comprender mejor cómo se producen el hidrógeno y el helio en las profundidades de nuestro planeta, y también podría proporcionar pistas sobre cómo sobrevive la vida en algunos de los rincones más profundos y oscuros de la Tierra y, por qué no, sobre los procesos que pueden permitir que la vida microbiana prospere en planetas distantes.

 

Una 'caja de Pandora'

Uno de los científicos detrás del descubrimiento lo describió como una "caja de Pandora de poder de producción de helio e hidrógeno" que puede utilizarse para nuestro beneficio. El descubrimiento del agua subterránea permitió a los científicos que investigan analizar un proceso que produce helio e hidrógeno muy por debajo de la superficie de la Tierra.

 

"Por primera vez, tenemos una idea de cómo la energía almacenada en las profundidades del subsuelo de la Tierra puede liberarse y distribuirse más ampliamente a través de su corteza con el tiempo", dice Oliver Warr, investigador asociado en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Toronto y autor principal del estudio. "Piensa en ello como una Caja de Pandora de energía productora de helio e hidrógeno, una que podemos aprender a aprovechar para el beneficio de la biosfera profunda a escala global".

 

 

Condiciones difíciles para la vida

Para muchas criaturas, la mayoría realmente, el Sol sigue siendo la principal fuente de energía. Las excepciones incluyen formas de vida que viven alrededor de respiraderos hidrotermales en el fondo del mar y microbios que viven del hidrógeno en las profundidades subterráneas.

 

La gran edad del agua no es el único descubrimiento importante. Cuando los investigadores analizaron el líquido, encontraron rastros de vida en su interior. Si bien todavía tienen que encontrar bacterias vivas reales, lo que descubrieron fue, en efecto, la huella dactilar de la vida.

 

A tenor de este descubrimiento, tenemos más evidencia de que los sitios de hábitat antiguos y excepcionalmente profundos pueden ser bastante abundantes. Las aguas debajo de Moab Khotsong tienen concentraciones más altas de elementos producidos por desintegración radiactiva que nunca antes, y algunos de ellos ofrecen oportunidades para la vida.

 

Los investigadores dijeron que su estudio es vital para comprender el papel que juegan estos procesos en la propagación de la vida microbiana, especialmente porque podrían estar ocurriendo procesos similares en planetas distantes con composiciones elementales similares. Su investigación podría proporcionar información vital para futuras misiones a Marte, Titán y Europa.

 

Referencia: Warr, O., Ballentine, C.J., Onstott, T.C. et al. 86Kr excess and other noble gases identify a billion-year-old radiogenically-enriched groundwater system. Nat Commun 13, 3768 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-31412-2