Apodado Némesis, esta estrella orbitaría a gran distancia, pero sus efectos se notarían cada muchos millones de años.

 

Una hipótesis relativamente reciente propuso la posibilidad de que cada estrella se originaría como un par binario o un sistema de pares múltiples. Se trata de un estudio realizado por investigadores de UC Berkeley y el Observatorio Astrofísico Harvard-Smithsonian quienes concluyeron que todas las estrellas similares al Sol probablemente nacen con una compañera. Si bien se trata de una teoría no confirmada, existe evidencia significativa de que nuestro Sol probablemente tenga un gemelo, un gemelo malvado que orbita a gran distancia de nosotros. Es lo que se conoce como teoría de la estrella Némesis.

 

Los investigadores diseñaron un modelo matemático que encuentra que las observaciones de las estrellas en Perseo solo se pueden explicar si todas las estrellas nacieron con un compañero.

 

"Ejecutamos una serie de modelos estadísticos para ver si podíamos dar cuenta de las poblaciones relativas de estrellas individuales jóvenes y binarias de todas las separaciones en la nube molecular de Perso, y el único modelo que podía reproducir los datos era uno en el que todas las estrellas se forman inicialmente. como binarios amplios ", comentó Steven Stahler en el estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

 

Némesis sería la compañera estelar enana roja del Sol (la mayoría de las estrellas de la galaxia son enanas rojas, es decir, que representan apenas una quinta parte del tamaño de nuestro Sol y son hasta 50 veces más débiles) pero, precisamente debido a su nimio tamaño y lo poco brillantes que son, pueden ser difíciles de encontrar, lo que hace que Némesis sea aún más esquiva. También podría ser una enana marrón.

 

¿Un segundo sol en nuestro sistema solar?

 

Bajo el nombre de la diosa griega de la venganza, Némesis y los defensores de esta teoría, exponen que cada 26 millones de años la Tierra sufriría un evento de extinción cataclísmica. Sucedió con los dinosaurios hace unos 65 millones de años, provocando una extinción masiva, destruyendo un gran porcentaje de vida en el planeta y alterando el equilibrio de la naturaleza.

 

Así, cada 26 millones de años, la órbita de Némesis lo llevaría a través de la nube de Oort, una masa de cometas y escombros en los confines del espacio, interrumpiendo el curso de los cometas teniendo en cuenta que ocasionalmente su órbita pasa a través de la famosa Nube de Oort (formada por planetesimales, cometas y asteroides), enviándolos a toda velocidad hacia los planetas interiores en una lluvia de destrucción que puede durar décadas. Aunque sea el hermano pequeño del Sol, poseería suficiente fuerza para causar estragos desde tan lejos. No en vano, ya hemos planteado que la teoría plantea que esta estrella sería responsable de 12 eventos cíclicos de extinción en la Tierra, incluido el que mató a los dinosaurios.

 

¿Qué posibilidades reales hay de que Némesis exista?

 

Incluso con nuestra tecnología avanzada y nuestros potentes telescopios, Némesis aún no ha sido detectada y es que, a pesar de que nos imaginemos que podría ser fácil detectar otro sol en nuestro propio sistema solar, lo cierto es que se trata de un “objeto oscuro” repartido entre millones de otros cuerpos celestes. No es algo fácil de rastrear.

 

Quizá con la tecnología infrarroja tengamos una oportunidad. Si es que existe Némesis. Por el momento, la teoría plantea que este otro sol debe estar en una gran órbita de 1,5 años luz, reteniendo la suficiente fuerza gravitacional entre él y el Sol para no desviarse.

 

Por supuesto, en oposición al número relativamente pequeño de astrónomos y astrofísicos que dan por válida la explicación de Némesis, muchos intentan desacreditarla. Solo podemos tener certeza, por ahora, de que nuestro Sol, está solo.

 

Referencia: Embedded binaries and their dense cores

 

Sarah I. Sadavoy, Steven W. Stahler

 

Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 469, Issue 4, August 2017, Pages 3881–3900, https://doi.org/10.1093/mnras/stx1061