Un nuevo estudio publicado en la revista Science concluye que fue una vendedora del mercado de Wuhan.

 

El origen del virus que causa la COVID-19 sigue siendo un misterio y una fuente importante de tensión entre China y Estados Unidos. Desde China, se ha negado constantemente la teoría de la fuga de laboratorio, calificándola de conspiración y afirmando, en cambio, que los casos de fiebre viral se habían diagnosticado en otros países antes de Wuhan.

 

Un estudio conjunto de China y la Organización Mundial de la Salud este año descartó la teoría de que la COVID-19 se originara en un laboratorio, diciendo que la hipótesis más probable era que infectaba a los humanos de forma natural, probablemente a través del comercio. Ahora, una nueva mirada a lo que sabemos sobre los primeros casos de COVID-19 muestra que el primer caso conocido fue en una persona que trabajaba en el mercado de Huanan en Wuhan, que se sospechaba como la fuente desde el inicio de la pandemia.

 

El científico que firma el estudio publicado en la revista Science, Michael Worobey, un destacado experto en rastrear la evolución de virus en la Universidad de Arizona (EE. UU.), encontró discrepancias en la línea de tiempo al revisar lo que ya se había hecho público en revistas médicas, así como entrevistas en vídeo en un medio de comunicación chino con personas, que se cree presentan las dos primeras infecciones documentadas.

 

Worobey sostiene que los vínculos del proveedor con el mercado mayorista de mariscos de Huanan, así como un nuevo análisis de las conexiones de los primeros pacientes hospitalizados con el mercado, sugieren poderosamente que la pandemia comenzó allí.

 

"El inicio de sus síntomas se produjo después de múltiples casos en trabajadores del mercado de Huanan (en Wuhan), lo que convierte a un vendedor de marisco de ese lugar en el caso más temprano conocido, con un inicio de la enfermedad el 11 de diciembre de 2019", aclara el experto.