Del 13 al 20 de julio será el mejor momento del año para ver a Júpiter y sus lunas. Descubre cómo ubicarlo en el cielo nocturno y tener una experiencia única.

 

A mediados de julio, ninguna estrella o planeta brillará con más fuerza en el cielo nocturno que Júpiter.

 

El planeta más grande del Sistema Solar, un gigante gaseoso mil 300 veces mayor que la Tierra estará en oposición (es decir, exactamente del lado opuesto del Sol y lo más cerca posible de nuestro planeta) la noche del 14 de julio y será el mejor momento del año para verlo.

 

¿A QUÉ HORA VER A JÚPITER EN OPOSICIÓN Y HACIA DÓNDE MIRAR?

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Desde el anochecer del 13 de julio y hasta finales de mes podrás encontrar muy fácilmente a Júpiter en cuanto empiece a oscurecer, pero el mejor momento para observarlo será la noche 14 de julio.

 

Conforme caiga la tarde (después de las 20:30 horas del centro de México), podrás ver un destello muy brillante apareciendo por el este y elevándose en dirección al sureste. Ese será Júpiter transitando sobre Sagitario.

 

 Cerca de la media noche, Júpiter alcanzará su punto más alto en la bóveda celeste y continuará su camino hacia el suroeste durante la madrugada, hasta desaparecer en el horizonte con el amanecer, cerca de las 06:00 de la mañana.

 

Así se verá Júpiter desde México:

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Si no logras ubicarte fácilmente, puedes descargar alguna app como Star Walk 2 (Android) o SkyView (iOS) a tu smartphone para activar la cámara y encontrar a Júpiter en oposición con la función de realidad aumentada.

 

¿QUÉ OBSERVAR EN JÚPITER?

 

Si quieres tener una experiencia más completa, puedes utilizar un telescopio básico o unos binoculares comunes para ver las cuatro lunas más grandes de Júpiter alineadas a su órbita: Io, Europa, Ganímedes y Calisto, descubiertas en 1610 por Galileo, aparecerán como pequeños puntos tenues al lado del gigante gaseoso.

 

La turbulenta atmósfera de Júpiter en oposición es otro atractivo más que podrás disfrutar con un telescopio básico o binoculares: si miras con atención y desde una zona lo suficientemente oscura, podrás apreciar las distintas tonalidades rojizas y naranjas sobre un fondo claro, franjas formadas por hidrógeno, helio y metano que dan lugar a enormes tormentas con duración de cientos de años.