Uno de los personajes más carismáticos de la saga de los androides de Dragon Ball Z fue sin duda Número 18, una chica robot con mal carácter y un poder demoledor.

 

Junto a su hermano, el temible número 17, se suponía que serían el gran dúo del apocalipsis, pero si bien eran maleducados y malvados, no eran la gran amenaza que prometían ser, sobre todo si se les comparaba con Cell.

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Al final de la saga de Cell, Krillin intercede entre sus amigos y la androide y le salva la vida, y siete años después, el asombro no fue menor cuando de la nada y sin previo aviso apareció el joven amigo de Goku junto a Número 18 y una pequeña niñas: su hija.

 

El shock fue brutal, si no nos creen, pregúntenle a Goku. Y no es para menos, ya que si se supone que Número 18 era una androide, ¿Cómo pudo tener una hija con Krillin?

 

Para entender ese misterio hay que remontarnos a su pasado, los androides 17 y 18 eran gemelos humanos comunes y corrientes, hasta que el doctor Gero los secuestró y convirtió en androides, aunque para ser exactos el término correcto es "personas artificiales".

 

Debido a eso, los dos hermanos odiaban a su creador, ya que les arrebató su vida y los transformó en algo más.

 

A diferencia de todos los demás androides, los gemelos conservaban partes humanas de su cuerpo, lo que les permitió a cada uno formar una familia.

 

Contrario a lo que refleja la primera reacción de Goku y sus amigos, no es nada extraño que Krillin haya elegido a Número 18 para compartir su vida.

 

Gracias a que conservó partes humanas, 18 pudo formar una familia, y debido al gran amor de Krillin, pudo salir de la oscuridad y volverse una madre amorosa y una guerrera que lucha por el bien.

 

En Dragon Ball Super es mucho más afectiva, 18 constantemente se preocupa por su esposo y se nota que lo que enamoró a la androide es la valentía de Krillin, ya que aún sin tener toda la fuerza física y el ki de los demás, siempre está dispuesto a proteger a la Tierra.

 

La confusión quizás se debe a que en el doblaje latinoamericano, la frase jinzou-ningen (que significa humano artificial) fue adaptada a androide, algo que da a entender que eran simplemente robots con forma humana.

 

Número 17, al igual que su hermana, también tiene una familia, dos niños y su esposa, y vive tranquilo como guardabosques en una isla lejana.