¿Qué te parecería criar a un hijo sin estar casada, divorciada ni tener pareja? No estamos hablando de inseminación artificial, ni de maternidad subrogada. Existe un nuevo concepto que te permitirá tener una familia con tu persona favorita en el mundo, tu mejor amiga.

 

La primer hija de Sarah y Kae llegó a su puerta a los cuatro días de haber nacido. Registradas como las madres adoptivas, la pareja recibió una llamada informándoles que una bebé necesitaba un hogar y que si ellas estaban interesadas en tenerla.

 

Días más tarde, un trabajador social llegó con la pequeña, una bolsa de objetos para bebé y mucha fórmula, a partir de ese momento se había agregado un nuevo y adorable miembro a su familia.

 

Sarah y Kae no son novias, esposas o algo parecido. Son mejores amigas que decidieron vivir una maternidad compartida. Ambas se conocieron en la universidad hace más de 15 años y desde ese entonces han vivido y viajado juntas. Kae, cuyos padres viven en el extranjero, se considera a sí misma como la hermana mayor no-oficial de su mejor amiga.

 

Hace algunos años, las amigas, ambas heterosexuales, se sentían llamadas por su fe cristiana a ayudar a otros y frecuentemente se preguntaban formas en que pudieran ayudar a otras personas.

 

Sarah trabajaba en una guardería, mientras Kae se dedicaba a la industria de la salud, como las cosas iban bien en la casa que compartían y podían pagar las cuentas sin problema alguno, decidieron que se dedicarían a la crianza de niños y que esa sería su forma de ayudar al mundo.

 

Mientras cuidaban a su primer hijo, ahora un niño pequeño, descubrieron que su hermanastro también necesitaba un hogar, así que decidieron criarlo. Pronto, las mujeres se dieron cuenta de que ya no podían imaginar su vida sin los niños por lo que decidieron solicitar su adopción.

 

Después de una ardua batalla legal y muchos años en los tribunales, la dupla consiguió un fallo histórico en un tribunal canadiense que les dio la custodia y los derechos para adoptar a los pequeños como socias platónicas. Fue así que se convirtieron en una familia.

 

¿Qué es la co-crianza?

Esta nueva tendencia ha adquirido mucha popularidad en los últimos años entre aquellas que quieren formar una familia con sus hermanas o mejores amigas. Consiste en una unidad familiar encabezada por dos mujeres que comparten, a partes iguales, las responsabilidad del hogar y la crianza.

 

De acuerdo con una investigación realizada en 2018 por la Universidad de De Montfort en Reino Unido, la principal razón por la que las mujeres congelan sus óvulos es porque no han encontrado a la pareja ideal para formar una familia y sienten incertidumbre de lo que pueda llegar a pasar en el futuro en dado caso de que quieran volverse madres.

 

Afortunadamente, los tiempos han cambiado y cada día son más las que deciden buscar otras alternativas para cumplir su sueño. Este pacto, creado exclusivamente entre mujeres, se ha visto como un acto revolucionario frente a la tradicional formación de una “familia natural”.

 

Estas relaciones son muy benéficas para los pequeños, la muestra está en un estudio de la Universidad de Chicago que comprobó que los niños que eran criados bajo esta dinámica familiar tienen las mismas (o más) probabilidades de terminar una carrera universitaria.

 

Las estadísticas relacionadas con este tema son muy escasas, pero una investigación realizada en 2017 por Marriage Foundation encontró que el 58% de las madres solteras consideran crear a un hijo con alguien que no sea su pareja romántica, como una amiga o una hermana.

 

Por poco convencionales que sean, estas familias tienen sus raíces en una tradición histórica de mujeres que ayudan a otras a criar a sus hijos. Sin embargo, también hay algo completamente moderno en ello, ya que representan otra opción frente a otra opciones más controvertidas, como el la maternidad subrogada.

 

Actualmente, el interés por estas opciones ha crecido tanto que ya existen páginas especializadas en emparejar a aquellas mujeres que quieren adoptar a un bebé bajo esta innovadora dinámica.

 

La maternidad ya no es el único destino para las mujeres: en nuestras manos está escoger si queremos serlo o no, pero en este contexto, en donde todas los sueños son válidos e importantes, es respetable que aquellas que quieran aventurarse a vivir la maternidad puedan hacerlo de la mano de las personas en las que más confían.

 

Apostamos que más de una vez has planeado un viaje con tus amigas sin llegar a concretar nada. El trabajo, la escuela u otra cuestiones pueden hacer que sea muy complicado salir de viaje con aquellas mujeres que llenan nuestra vida de luz y amor.

 

Pero ¿qué pasaría si te dijéramos que tomar ese crucero les traerá más beneficios de los que se imaginan?

 

Según un estudio publicado por Harvard Women’s Health blog, las conexiones que formamos con aquellas personas con las que compartimos intereses e inquietudes, no solo traen placer y diversión a nuestra vida sino que también mejoran la salud a largo plazo, tanto como lo haría comer frutas y verduras y no fumar.

 

De acuerdo con la investigación, salir de viaje con amigas es la acción que puede traer más beneficios. Esto se debe a que estas salidas están destinadas para hablar de planes a futuro, preocupaciones, sueños y otras cuestiones que rondan en nuestra mente.

 

Al compartir toda esta información, nuestro cerebro libera estrés y los niveles de ansiedad pueden bajar notablemente, por lo tanto los problemas de salud disminuirán a largo plazo.

 

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Entre muchos otro beneficios, tener amigas también te permite sentir que eres parte de un grupo, puede reforzar tu autoestima e incluso sirve a que tomes buenas y mejores decisiones. ¿Qué otra razón necesitas para realizar el viaje que siempre han querido?

 

Por último, recuerda que la poca interacción social y el aislamiento están íntimamente relacionados con trastornos como la depresión, la ansiedad y con una menor esperanza de vida. Es por eso que te animamos a salir a buscar amigas que te hagan sentir valorada, querida e importante.