Los asteroides son cuerpos celestes compuestos por metales o hielo, y su tamaño es menor al de un planeta. La mayoría se encuentran acumulados en un cinturón entre Marte y Júpiter, aunque existe una cantidad considerable que vagan por todo el sistema solar.

 

Son precisamente estos cuerpos espaciales los que protagonizan algunas de las teorías del fin del mundo más recientes, sobre todo los que están más cerca de nuestro planeta (a varios millones de años luz de distancia). Aunque el impacto de uno de ellos es poco probable, no se descarta por completo.

 

Científicos de la Universidad de San Petersburgo, en Rusia, advierten que el asteroide Apophis tiene una gran probabilidad de chocar contra nuestro planeta durante lo que resta de este siglo.

 

Se espera que Apophis, cuyo nombre se lo debe al dios egipcio de la destrucción, se encuentre a 37 mil kilómetros de la Tierra en el año 2029. Si bien pareciera que la distancia es considerable, hay que tomar en cuenta que la Luna está a 384 mil kilómetros de la Tierra.

 

Los investigadores pertenecientes al Departamento de Mecánica Celestial de la citada universidad rusa, indican que el asteroide mide 370 metros de ancho y podría impactarse con nuestro planeta a casi 8 kilómetros por segundo, en algún momento del 2068.

 

De acuerdo con el informe, para que exista un riesgo de choque es necesario que el asteroide sorteé varios obstáculos, pero existen diversos escenario que lo harían posible, siendo el del 2068 el más peligroso. El informe también especifica que en 2044 el asteroide estará a menos de 16 millones de kilómetros

 

 

La NASA, por su parte, presentó un artículo elaborado por sus científicos del Jet Propulsion Laboratory, en el cual descartan que el asteroide Apophis impacte contra nuestro planeta en el 2036 o en alguna otra fecha cercana.

 

Para llegar a esa conclusión, los investigadores utilizaron información obtenida por los telescopios de la NASA en 2011 y 2012.

 

Cuando el Apophis se descubrió, en el 2004, llamó la atención de la comunidad científica debido a que existía un 2.7% de posibilidad de impacto en la Tierra durante el 2029, el cual se descartó casi de inmediato, aunque persistía la probabilidad de que ocurriera en el 2036.

 

Los datos recientemente obtenidos por los observatorios ópticos Pan-STARRS de Hawái han confirmado que la probabilidad de un impacto de este asteroide es menos de una en un millón, de acuerdo con Don Yeomans, gerente de la Oficina del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.