Si llega a tocar nuestro planeta en ese momento, el desastre será similar al ocurrido en Siberia en 1908.

 

El Gran Telescopio de Canarias observó el 28 de febrero de 2019 al asteroide 2019 DS1 en el marco de un programa de colaboración entre el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Agencia Espacial Europea (ESA) en el que participan los investigadores del grupo de Sistema Solar del IAC. Cuando el programa de búsqueda 'Catalina Sky Survey' detectó al asteroide, este estaba aproximadamente a 1 millón de kilómetros de la Tierra.

 

Los expertos creen que el masivo asteroide de unos 20-40 metros de diámetro pasará entre la Tierra y la Luna en 2082, lo suficientemente cerca del planeta como para causar un "riesgo significativo". Si impactara en nuestro planeta provocaría una catástrofe como la ocurrida el 30 de junio de 1908 en Siberia, conocida como el evento Tunguska. Dicho bólido, que surgió tras la colisión de un fragmento del cometa Encke, no alcanzó la superficie, por lo que no se produjo ningún cráter.

 

Ahora, los análisis del grupo del Sistema Solar del IAC con objeto de rastrear el movimiento del asteroide 2019 DS1, exponen que el asteroide pasará a 165.000 kilómetros de la Tierra dentro de 63 años.

 

Hasta ahora, los astrónomos no han podido determinar dónde caerá el asteroide, pero afirman que el lugar en que lo haga, causaría una catástrofe similar a la de 1908 cuando la materia espacial aterrizó en Tunguska en las llanuras siberianas centrales de Rusia.

 

En aquel entonces, a las 07.17 hora local del 30 de junio, el objeto de 37 metros de diámetro creó una explosión similar a la de una bomba nuclear e incluso fue detectado por radares de terremotos localizados en Reino Unido. Prendió fuego a 2.150 kilómetros cuadrados de bosque, ochenta millones de árboles yacían a ambos lados del epicentro, derribados en un patrón radial sobre el suelo. Durante varios días, las noches en Rusia e incluso en el resto de Europa fueron tan brillantes que los residentes eran capaces de leer sin necesidad de velas o lámparas

 

La luz fue descrita como "tan brillante como el sol", e incluso el conductor del tren en el ferrocarril Transiberiano se detuvo por temor a que el convoy volcara o acabara fuera de la vía.

 

Si hubiera aterrizado en un área habitada, el asteroide habría causado una masacre y habría eliminado a una población equivalente a la de un país pequeño.

 

Situación del asteroide 2019 DS1

 

El asteroide está actualmente a 50 millones de kilómetros de distancia, y el coordinador del área del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Javier Licandro, afirma que podrán decir, mucho antes del 26 de febrero de 2082, dónde aterrizará aproximadamente.

 

"La determinación temprana de un posible impacto nos permite tomar las medidas necesarias para evitarlo o, al menos, minimizar sus efectos", dice Julia de León, investigadora principal del grupo del Sistema Solar en el IAC. "Nuestras observaciones a través de un telescopio y misiones espaciales como Hera -organizadas por la Agencia Espacial Europea y en las que participan investigadores de IAC-, son esenciales para proteger nuestro planeta de un asteroide que aterrice en él".

 

Si bien la posibilidad de que un asteroide gigante se estrelle contra la Tierra es bastante improbable, ha ocurrido antes (el asteroide que acabó con los dinosaurios) y podría volver a suceder. Por ello, la NASA y la Agencia Federal para el Control de Emergencias (FEMA) publicaron un documento de 18 páginas que detalla los pasos que las agencias espaciales piensan tomar durante los próximos 10 años, tanto para prevenir posibles ataques de asteroides como para prepararnos en el caso de que uno golpease finalmente el planeta.

 

Hemos hablado con el astrónomo valenciano Amadeo Aznar del Grupo de Observatorios APT para resolver algunas dudas relevantes sobre este anuncio.

 

¿Cómo se realiza el seguimiento de un asteroide de este tipo?

 

 

"El trabajo colaborativo en fundamental en este tipo de análisis. En primer lugar, para la detección de estos objetos peligrosos, los grandes surveys dan la voz de alertar en cuanto lo detectan. A continuación, un ejército de observatorios, entre ellos algunos amateur, realizan mediciones astrométricas que determinan la posición del asteroide. El Minor Planet Center, que depende de la Unión Astronómica Internacional, centraliza las mediciones, confirma la detección y realiza el cálculo de órbitas.

 

Una vez se conoce la órbita es fundamental hacer un seguimiento largo plazo, ya que las órbitas pueden variar por tirones gravitacionales de los planetas. Es decir, un asteroide cercano a la Tierra que, a priori, entraña ningún peligro para nuestro planeta, podría modificar su órbita a largo plazo y convertirse en un asteroide potencialmente peligroso. Por otra parte, la colaboración internacional entre instituciones también es importante. Un mismo asteroide se puede observar en condiciones favorables para unos países y menos favorables para otro.

 

En el caso del NEA 2019 DS1, el Grupo del Sistema Solar del Instituto de Astrofísica de Canarias ha tenido que integrar numerosas imágenes para poder identificar al asteroide, ya que se trata de un objeto del tamaño de dos autobuses situado a 50 millones de kilómetros. Con esas características el objeto tiene en la actualidad una magnitud visual de 25.3, extremadamente oscuro".

 

¿Deberíamos aumentar la vigilancia de los asteroides cercanos a la Tierra?

 

"Sin lugar a dudas. A diferencia de otras catástrofes que podemos sufrir en nuestro planeta, el impacto de un asteroide puede producirse de manera inminente, si bien es verdad que el 90% de los asteroides con posibilidad de provocar una catástrofe a nivel planetario ya están descubiertos.

 

Cada vez se están detectando asteroides más pequeños, sin embargo, se detectan con poco tiempo para tomar medidas que eviten el posible impacto. En este sentido, Estados Unidos gana la partida la Europa, ya que ellos gestionan los principales programas de detección de asteroides peligrosos. Pese a ello, en Europa contamos con algunos de los mejores telescopios del mundo para este tipo de trabajos y con científicos de primer orden mundial".