La pregunta es bajo qué acuerdos.
Aunque el CEN del PAN, no lo ha hecho oficial, el alcalde Eduardo Rivera difícilmente levantaría la mano a Augusta y Marcos si no trajera los números seguros de su victoria.
Genoveva Huerta, guarda silencio y anuncia pronunciamiento de acuerdo a los resultados.
Es así como Eduardo Rivera, gana el partido, la ultraderecha festeja su triunfo y concreta su primer paso rumbo a la candidatura a la gubernatura para el 2024.
Hay quienes dicen que si los números del PAN, no le alcanzan para el 2024, el plan B sería la reelección de la alcaldía capitalina.
Esa es otra historia.
Ahora, lo lastimoso en una competida contienda es que la corrosión de los rencores disuelva a los adversarios… que como los números lo dicen, no son pocos. (53% de Augusta y 44% de Genoveva hasta la noche del domingo y números no oficiales.
Si la contienda hizo estallar la olla del vituperio: que va desde compra – venta de candidaturas, extorsión en algunos medios de comunicación para exhibir información fake, supuestas credenciales falsificadas, chantajes; sin darse cuenta que se exhibía a la familia panista, ésa que se porta bien, y claro, para después ir a votar.
Por arrebatarse los votos de la militancia, el ambiente entre los panistas poblanos ,quedó oliendo rancio; esos poblanos imperfectos, que no son puros, pero que si votan en las urnas cada elección.
La descabellada directa a la cabeza de los Moreno vallistas, de Genoveva Huerta, Jorge Aguilar Chedraui y del resto de los seguidores, que repito, no son pocos.
En política es un error considerarlos muertos.
La unidad y la operación cicatriz es la única salida viable para el fortalecimiento de un partido debilitado y agonizante desde la muerte de Rafael Moreno Valle y Martha Erika.
De no ser así, el PAN estaría en la puerta para recuperar la gubernatura para el 2024.
Morena también tiene sus pleitos, pero su tendencia nacional y la popularidad alimentada por los programas clientelares de López Obrador son el verdadero enemigo a vencer en la urna.
Morena lleva desde ahora una gran ventaja, que incluye una operación eficiente en el interior del Estado, y una suave y tersa cohabitación en el ejercicio del poder con el PAN, en vísperas de la elección del 2024.
¿Habrá nuevos acuerdos, con el gobernador Barbosa y el inquilino de palacio municipal de Puebla capital, para ir preparando un cogobierno y una transición de terciopelo azul?
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