A los 27 años de edad, Kristina Vogel lo tenía todo. Es bicampeona olímpica de ciclismo de velocidad (Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016) y planeaba asistir a Tokio 2020 para ponerle fin a su carrera, en la que también colecciona 11 Campeonatos del Mundo.

 

Sin embargo, su vida cambió el 26 de junio durante un entrenamiento. Vogel chocó con una compañera a 60 kilómetros por hora, por lo que fue atendida de inmediato. Alguien le quitó el calzado y ella no tuvo sensación alguna “entonces fui consciente de que me quedaría parapléjica, de que ya no volvería a caminar nunca”.

 

Tras el accidente, la ciclista alemana fue sometida una cirugía, para la cual fue inducida a un coma. Los médicos trataron de reparar la lesión en la médula espinal de la atleta durante una operación que duró cerca de dos horas y media, sin embargo, no hubo una respuesta favorable y desde entonces no tiene movilidad en sus piernas.

 

La ciclista concedió su primera entrevista casi tres meses después del accidente a la revista Spiegel en la que confirmó su paraplejia. “Es una mierda. No hay otra forma de expresarlo. Lo mires como lo mires, es así. No puedo volver caminar. Y cuanto antes lo acepte, antes lo podré asumir”, dijo Vogel.

 

El de junio no fue el primer accidente severo que sufrió Kristina. Cuando tenía 17 años fue atropellada mientras entrenaba por la calle y en esa ocasión permaneció en coma durante 48 horas, sin embargo, a los tres meses ya estaba otra vez sobre una bicicleta, pero esta vez la suerte no le sonrió del todo.

 

Explicó que se encuentra en el proceso de asimilación a tal grado que ha concedido su primera entrevista.

 

“No quise salir en los medios antes porque no quería que se me vieran herida. Pero ahora puedo decir que he alcanzado un punto en el que ya puedo decir. ‘Aquí estoy y estoy bien’. Soy la misma loca de antes. Quiero ser una fuente de motivación para los demás”.