Las actividades sustantivas que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado de Morelos son fuente inagotable de conocimiento, es por ello que en 2013 creó su propio Centro de Información y Documentación (CID), ante la necesidad de preservar y difundir los valores culturales e históricos de esta entidad, temas que son de interés tanto para la institución como para la sociedad en general.

A casi ocho de operación del proyecto, llevado avante por el Centro INAH Morelos, a través del Departamento de Informática, en coordinación con la Biblioteca y la Fototeca “Juan Dubernard Chauveau”, así como el área de Difusión, el CID ha permitido concentrar y poner a disposición para uso interno y externo, productos académicos que antes se hallaban dispersos en resguardo de los propios investigadores, arquitectos o restauradores.

El titular del CID, Jorge Alberto Reyes Sotelo, comenta que este espacio digital está a punto de migrar a un subdominio institucional, posiblemente a finales de febrero, mientras tanto, la búsqueda de información continúa haciéndose en la liga: http://cidinah.serveblog.net/, ya sea por temas, autores, fechas o palabras clave. Por ejemplo, se puede consultar todo lo relacionado con personajes como Emiliano Zapata, al igual que la historia de algún monumento o leyenda local.

El CID integra los acervos de la Biblioteca del Centro INAH Morelos, la cual cuenta con alrededor de 20 mil unidades; así como los registros de las más de 50 mil piezas fotográficas, históricas y contemporáneas que conforman la Fototeca “Juan Dubernard Chauveau”. Esta última es de relevancia particular porque resguarda una gran cantidad de imágenes de los distintos quehaceres del instituto durante la década de 1970 en el estado de Guerrero, pues cabe mencionar que para esas fechas el Centro INAH no se limitaba al estado de Morelos, sino que también cubría la entidad vecina.

A punto de cumplir 40 años de su fundación, la representación del INAH en Morelos es de las pocas en la institución que cuenta con un área digital para la concentración de sus materiales, relativos a las disciplinas que son su razón de ser: antropología, historia, arqueología, etnografía, paleontología, restauración, conservación y protección técnica y legal del patrimonio cultural e, incluso, biología, ya que en su sede, la antigua Villa del Olindo (lugar de recreo de Maximiliano de Habsburgo), cuenta con la Colección Nacional de Plantas Medicinales.

En opinión de Reyes Sotelo, contar con un centro de documentación como tal, permite generar una memoria institucional que puede guiar los subsecuentes trabajos de arqueología o restauración. Un ejemplo son los expedientes de los monumentos dañados por sismos.

Además del acervo fotográfico mencionado, el CID pone a disposición, para su uso interno y externo, la producción académica debidamente catalogada, clasificada y digitalizada, desde informes y artículos, hasta los diferentes números de los dos órganos de difusión del Centro INAH Morelos, los suplementos culturales Tamoanchan, surgido en 1988, y El Tlacuache, vigente desde 2001.

También preserva el acervo de investigadores, restauradores y arquitectos, de manera que se pueden encontrar los registros visuales de diferentes temporadas de excavaciones en las zonas arqueológicas de Morelos, desde los años 70 a la fecha; y colecciones fotográficas como los fondos de la arqueóloga Carmen Cook —el cual abarca gran parte de la historia del siglo XX—; del fotógrafo poblano Arnulfo Viveros Díaz quien, a lo largo de la década de 1930, documentó los monumentos, calles y la vida cotidiana de Cuernavaca, el Ingenio de Zacatepec y diversas obras públicas de la entidad; o la producción fotográfica del morelense Adalberto Ríos Szalay.

El también jefe del Departamento de Informática añadió que otro de los acervos es el compuesto por las memorias y trabajos del Programa de Empleo Temporal (PET), que se llevó en coordinación con la extinta Secretaría de Desarrollo Social, se trata, sobre todo, de informes semanales, quincenales y anuales sobre las tareas de restauración que se llevaron a cabo en los inmuebles históricos y zonas arqueológicas de Morelos, a partir de 2009.

También se cuenta con videos proporcionados por los investigadores, entre los cuales se encuentran programas televisivos y registros documentales de trabajos etnográficos; otro fondo documental se integra de las donaciones de los informes de actividades realizadas en cada área, publicaciones, catálogos especializados y planos. Destacan los Archivos Técnicos de la Coordinación Nacional de Arqueología, los cuales contienen los proyectos e informes de campo y de gabinete (planimetría, registro topográfico, fotos, dibujos, cédulas de elementos, entierros, estratigrafías y análisis de materiales, entre otros), de los trabajos arqueológicos en Morelos.

Finalmente, entre los acervos más recientes están las más de 30 mil imágenes derivadas del proyecto “Miradas ineludibles”, en las que los morelenses capturaron la majestuosidad de los once conventos declarados Patrimonio Mundial, los cuales se ubican en las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.