Este domingo 20 de octubre, la adaptación televisiva — reinvención — de la novela gráfica fundacional del género Watchmen de Alan Moore, llega a la pantalla de HBO. Para entrar en contexto, hagamos un repaso de todo lo que hace extraordinaria la historia que cambió la forma en que concebimos el mundo superheróico en la actualidad.

 

El que quizás es uno de los eventos televisivos del año está a punto de llegar: este domingo 20 de octubre HBO estrenará la versión para la televisión de la célebre novela gráfica de Alan Moore, Watchmen. Conocida por la complejidad de sus personajes y arcos argumentales y también por tener el raro privilegio de ser considerada un acercamiento seminal al concepto del poder en el cómic, los doce volúmenes de la obra original construyeron un escenario radicalmente novedoso de lo heroico. Ahora HBO dará continuidad —o intentará hacerlo— a lo narrado en el cómic, con una serie producida por Damon Lindelof, conocido por sus créditos detrás de The Leftovers y la clásica Lost

 

Ubicada temporalmente treinta y cuatro años después de los acontecimientos del cómic, la producción continuará la historia de la novela gráfica sin entablar relación alguna con la película dirigida por Zack Snyder en 2009. Aclamada como una adaptación inteligente de un material amplio, complicado y sobre todo, lleno de metareferencias que necesariamente tuvieron que ser editadas o modificadaspara el lenguaje cinematográfico. La serie intentará recrear la atmósfera y los elementos principales en los que se cimienta la novela gráfica desde un cariz original.

 

¿Qué necesitas saber sobre la obra de Moore antes de disfrutar de la versión televisiva? Te dejamos un repaso rápido a los puntos principales que deberías conocer de la trama, si todavía no lees uno de los cómics que ha tenido mayor impacto en la cultura pop:

 

¿Quieres son los protagonistas de la historia?

 

HBO
 

Los llamados Watchmen son un equipo de superhéroes imaginados por Alan Moore desde una óptica realista, siniestra y decadente. La historia sigue al personaje de Rorschach/ Walter Kovacs, que con una inquietante máscara blanca que cubre su cabeza y rostro, intenta resolver el misterio del asesinato de Edward Blake/The Comedian, un veterano de Vietman, asesino y depredador sexual cuya muerte violenta, desencadena el argumento principal de la historia. Desde sus primeras viñetas, Moore deja muy claro que su noción sobre el poder —y cómo forma parte de la vida de quienes lo detentan— es por completo nueva y brutal. Tanto Kovacs como Blake son criaturas temibles, ambivalentes y violentas.

 

La única mujer en el grupo, Laurie Schexnayder/ Silk Specter tomó su nombre e identidad como heroína de su madre Sally Juspeczyk, a quien le une una relación tortuosa y extraña. Sally fue atacada sexualmente por The Comedian, lo que puso en duda la paternidad de su hija, concebida dentro de su matrimonio con Laurence Schexnayder. Laurie a su vez, tiene una conexión a mitad entre el romance y el desconcierto con el Doctor Manhattan/ Dr. Jonathan Osterman, un científico cuyo cuerpo queda desintegrado por completo luego de quedar encerrado en una cámara de pruebas durante un experimento secreto de física nuclear. No obstante, Osterman no llega a morir, sino que adquiere poderes ilimitados que incluye el de reconstruir su cuerpo como el de un hombre de piel azul capaz de tele trasportarse entre planetas, desdoblarse en varios cuerpos distintos a la vez y una infinidad de capacidades misteriosas, que le convierten en héroe más poderoso de todos en el Universo creado por Moore.

 

 

Otro de los protagonistas centrales de la historia es Daniel Dreiberg, quién tomó el título de Nite Owl de uno de los Minutemen (la generación de héroes enmascarados inmediatamente anterior a la que conocemos en el cómic) y se destaca por sus asombrosas dotes para la invención mecánica. Por último (aunque no por su poca importancia en la trama) se encuentra Adrian Veidt, el que se considera el hombre más inteligente del mundo y que lleva el siempre ominoso título de Ozymandias. Aunque durante las primeras páginas de la historia, Veidt tiene la personalidad de un intelectual idealista, poco a poco termina por convertirse en el némesis cruel y siniestro, que ensambla — y sostiene — la percepción sobre el bien y el mal del argumento.

 

¿Cuál es la historia que cuenta Watchmen?

 

 

El hilo cronológico de la novela gráfica se ubica en una realidad alterna en la que EE.UU. triunfó en la guerra de Vietnam, lo que transformó de manera sutil pero definitiva la historia del país y la forma en cómo comprende su cultura. El triunfo se atribuyó a la intervención definitiva del Doctor Manhattan, lo que convirtió a los superhéroes en emblemas de un tipo de país y en una noción compleja sobre la sociedad estadounidense. En el mundo imaginado por Moore, Richard Nixon continua siendo presidente (debido a la derogación de la 22ª enmienda), lo que también influye de manera decisiva en el clima político e histórico del país.

 

En el contexto de la novela gráfica, la historia comienza cuando después de que los heroicos Minutemen formaran parte de la vida cotidiana estadounidense, la inmediata generación que le siguió comenzó a volverse impopular y considerada peligrosa, hasta que en el año 1977 se prohíbe cualquier actividad relacionada con el mundo superheroíco. En lo que sin duda, es una alegoría a los vigilantes ciudadanos, la incapacidad de la ley para enfrentarse al crimen y la violencia urbana, ninguno de los superheroes tiene en realidad algún poder real, a excepción del Doctor Manhattan, lo que cualquier comportamiento considerado “superheróico” se asume peligroso. Para el comienzo de la historia, solo este último y The Comedian operan dentro de la ley, mientras que Rorschach se convierte en un paria.

 

En medio de este universo extravagante, en la que la posibilidad que hombres y mujeres enmascarados tomen las atribuciones de la ley, Moore analiza un concepto decadente sobre la posibilidad del héroe como una celebridad venida a menos y finalmente, rechazada por la ley y la cultura a que pertenecen. El asesinato de The Comedian desencadenará una serie de sucesos que de nuevo, vincularán a los antiguos enmascarados, a quienes la historia dedicará arcos independientes y de considerable profundidad.

 

El bien, el mal, el desconcierto y la incertidumbre

 

Al contrario de cualquier otra novela gráfica o cómic publicado hasta entonces, Watchmen jugó directamente con la idea de la maldad y la bondad a partir de las decisiones del hombre, al contrario de lo que suele ocurrir en las historietas tradicionales, en las que la percepción sobre el bien y el mal están supeditadas a la naturaleza intrínseca del personaje. De hecho, la obra de Moore analiza la precaridad de la línea que separa a los villanos de los supuestos héroes y lo hace, desde la confrontación de las decisiones que toman cada uno de los Vigilantes, ya sea para salvaguardar secretos inconfesables, el mundo tal y como lo conoce e incluso, su propia cordura.

 

Como narración, Watchmen elude explicaciones sencillas e intenta hilvanar una serie de elementos del cómic común bajo una visión por completo realista: ¿qué ocurriría si realmente hubiera hombres y mujeres con capacidades por encima del promedio con los que debería lidiar la sociedad? ¿Qué tan cerca se encuentran de la corrupción moral, espiritual y mental quienes tienen la posibilidad de actuar sin restricciones y en nombre de la ley? Resulta paradigmático que sólo el Doctor Manhattan posea poderes y también, esté tan alejado de la conducta humana que resulte inquietante en su frialdad. Toda una reflexión durísima sobre la naturaleza de la ley, el orden y la conciencia en nuestra sociedad.

 

El reverso misterioso

 

 

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, Watchmen también analiza la idea de lo colectivo en un mundo en el que los superhéroes son reales y de hecho, ocupan (o llegaron a ocupar) un lugar en la sociedad. Dentro de la historia que cuenta la novela gráfica, se muestra la forma en que los cómics — un metalenguaje dentro de otro — se percibe en una sociedad en que la percepción sobre lo extraordinario y lo heroico no existe. Se trata de un cómic, que un niño va leyendo a través del argumento de la historia y que aparece en los volúmenes tres, cinco, ocho, 10 y 11 de la serie. Se trata de una historia de Piratas, que de manera singular, muestra y profundiza la noción sobre la maravilla y la fantasía en un mundo cínico.

 

Por extraño que parezca, el showrunner Damon Lindelof parece haberse interesado de manera especial en este singular subtrama: en algunos de los avances de la serie, puede verse un banderín amarillo y negro colgando de una guadaña, muy parecido al símbolo del imaginario cómic de la novela gráfica.

 

Icono de la cultura pop

 

Watchmen es, sin duda, una de las historias que ha influido de manera definitiva no sólo en la forma de narrar el mundo de los superhéroes, sino también en la percepción moderna del bien y del mal dentro de obras de consumo masivo. El argumento ha influido en la desconstrucción de las figuras extraordinarias y sobre todo, en la manera en que el cine y la televisión meditan sobre la condición humana de criaturas con poderes y capacidades inimaginables.

 

Por supuesto, su alargada sombra es evidente tanto en el ocasionalmente corrompido universo DC — en la que Batman y sus archienemigos han tenido que luchar contra dilemas morales muy semejantes a los planteados por Moore en su obra — sino también, en obras que profundizan sobre el mal incidental en el poder como The Boys de Garth Ennis, adaptada este año para televisión por Amazon Prime video.

 

 

¿Qué podemos esperar de la versión de Damon Lindelof del universo creado por Moore? Lo más probable es que asistamos a una mirada audaz de la historia original pero también, a una versión complicada sobre la identidad del superhéroe, algo que en la actualidad — con el cine y la televisión llena de figuras con máscara y capa — es más que necesario.