“Mandatario no es el que manda,

sino el que recibe un mandato” CSV.

Ya se comentó, cómo dentro del Politing, el programa (propuesta política) de todo candidato es un compendio de intencionalidades de Políticas Públicas que el candidato, -una vez elegido como gobernante- debe poner en marcha, es decir, implementar. Por eso, con el ánimo de simplificar -tanto el panorama como “el estado del arte”- de este novedoso campo, pero sobre todo, para presentarlas y concebirlas en forma operacionalizable, asequible y casi tangibles -en especial para los propósitos del Politing– se propone entenderlas como:

El conjunto de sucesivas respuestas del Estado (o, gobierno de turno), frente a situaciones consideradas socialmente como problemáticas” (Salazar-Vargas, 1999)

Cuando señala que es un conjunto de respuestas del Estado, se está diciendo que una política pública involucra un conjunto, cadena o “rosario” de decisiones que se pueden dar de manera simultánea o secuencial en el tiempo y que son decisiones del Estado o del gobierno de turno, o -si se quiere- del régimen político, hasta el punto de que cuando el Estado no toma posición frente a algún problema -o sea, lo omite- esta actitud es también una toma de posición, es decir, que al no tomar posición, así, la está tomando, enfrentándolo de manera muy particular.

La definición agrega, además, que es frente a situaciones consideradas socialmente como problemáticas, porque en la sociedad, en toda sociedad -desarrollada, en vías de desarrollo, tradicional, moderna, etc.,- hay siempre un gran conjunto de problemas por resolver. Sin embargo, no siempre el Estado puede enfrentarlos a todos por múltiples razones: falta de recursos, tiempo, circunstancias, presiones, interés, etc. El Estado, entonces, enfrenta -de manera prioritaria- aquellos que socialmente obedecen a una presión mayor o tienen una mayor incidencia, por lo cual se consideran como problemas socialmente considerados. Así, de los problemas que existen en toda sociedad: inseguridad, agrarios, industriales, laborales, de falta de protección a la niñez, etc., sólo algunos de ellos dan el tránsito a ser problemas socialmente considerados. Este tránsito implica precisamente la intromisión de actores en el proceso de toma de decisiones.

De acuerdo con lo anterior, se identifican cinco elementos que fundamentan la existencia de una política pública:

  1. Está constituida por un conjunto de mediadas que conforman su verdadera “sustancia”.
  2. Comprende unas decisiones o formas de asignación de recursos, “cuya naturaleza es más o menos autoritaria” y son explícitas o latentes, pero la coerción siempre está presente.
  3. Se inscribe en un “marco general de acción”, lo que permite distinguirla de resimples medidas aisladas. Todo el problema es, entonces, saber si este marco general debe ser concebido de antemano por el decidor, o sencillamente, reconstruido a posteriori por el investigador. En todo caso, la existencia de este marco general nunca está dada y siempre debe ser objeto de una investigación.
  4. Tiene un público (más bien, unos públicos) es decir unos individuos, grupos u organizaciones, cuya situación está afectada por ella. Por ejemplo, los automovilistas, los constructores, las empresas de obras civiles, constituirán, en varios grados, el público de la política de seguridad vial. Algunos serán pasivos (los automovilistas) y otros se organizarán para influir en su elaboración o puesta en marcha.
  5. Define -obligatoriamente- objetivos y metas para lograr y estrategias como medios para alcanzarlos, dentro de un marco de normas y valores. Por ejemplo, reducir el número de los accidentes viales, mejorar las condiciones de hospitalización de los enfermos, asegurar la independencia energética del país, mediante tales o cuales estrategias (medios)…

Así, la política pública es el mejor ejemplo -dentro de la actividad política y electoral- para explicar las experiencias, eventos y mecanismos que estructuran la realidad. Por eso, es necesario adentrarse en lo que es, cómo se construye y se implementa, como pasos básicos para el reconocimiento -por parte del gerente de Politing– de la relación entre teoría, intervención y realidad.

De ahí que las políticas públicas son las herramientas que los politólogos proponen para transformar el mundo, emprendiendo una reflexión sobre la relación entre teoría y práctica e intentando conciliar las ideas de “policy” con la de “politics” y la de “polity”, que -como se ha visto en otros documentos- permite comprender dónde radica la potencialidad y las debilidades de las políticas públicas que -deliberada o no- implementa un gobierno y que intervienen la realidad transformándola con elementos que relacionan al individuo y la sociedad, con el agente y la estructura.

Por eso, con la “Ciencia de las policy” algunos candidatos -después de perder varias campañas políticas- acostumbran a decir que -también sobre políticas públicas- quien no quiere escuchar lo que no quiere, nunca debe preguntar lo que no debe.