“Muchas cosas que no se pueden averiguar pensando,

hay que vivirlas” Michael Ende

Lo que presenta un candidato a su electorado dentro de su programa político, es un compendio de intencionalidades de Políticas Públicas, que promete implementar si es elegido. Por eso, este campo es una parte integral e importante del Politing.

Ha sido tan grande el auge y desarrollo de la Políticas Públicas en países de habla hispana que ahora son ya una reconocida ciencia y un respetado campo del conocimiento. Sus fundamentos teóricos están íntimamente asociados con la teoría del Estado, la Ciencia Política y la Administración Pública. Pero a diferencia de estas propuestas, es el único enfoque que mira al Estado en movimiento, haciendo o dejando de hacer cosas. Es además, una visión en construcción que le queda aún mucho por avanzar.

De acuerdo con el parámetro escogido, se llega a distintas conceptualizaciones de lo que se entiende por políticas públicas y se encuentran más de 40 definiciones diferentes, pero con el ánimo de concebirlas en forma muy práctica, se entienden como “el conjunto de sucesivas respuestas del Estado (o gobierno de turno) frente a situaciones consideradas socialmente como problemáticas”. (Salazar-Vargas, 99)

Esta definición señala que es un conjunto de respuestas, ya que la política pública involucra un rosario de decisiones que se dan de manera simultánea o secuencial en el tiempo. Ademas, sin importar la filosofía, visiones y cosmologías que subyacen detrás de estas decisiones y que las enmarcan dentro de un régimen político particular, esta definición es eminentemente pro-activa, pues mas que reaccionar a un problema, propone anticipares a él, por medio de la planeación (como previsión, anticipación y diagnóstico), que toda política pública lleva implícita. Mas aún, tan no sugiere que sean respuestas reactivas a algo que falta o que entorpece la buena marcha de la sociedad, pues basta recordar que los problemas son construcciones mentales que se elaboran cuando se percibe un quiebre en las expectativas, para apreciar el enorme espacio que se abre a la creatividad y a los enfoques pro-activos en la conducción del Estado.

Son además, decisiones del Estado o del gobierno y con base en ello, se puede hacer la distinción entre políticas estatales (que trascienden gobiernos) y las gubernamentales (desarrolladas por el gobierno de turno). Adicionalmente, asevera que cuando el Estado no toma posición frente a algún problema -lo omite- está –inevitablemente- tomando posición, a la espera de que, por ejemplo, el problema se desenvuelva solo, enfrentándolo de manera muy particular.

La definición agrega, además es frente a situaciones consideradas socialmente como problemáticas y es que en toda sociedad siempre hay muchos problemas por resolver, pero como el Estado no puede enfrentarlos a todos por múltiples razones (falta de recursos, tiempo, circunstancias, presiones, interés, etc.), se encarga, entonces, de aquellos que ejercen una mayor presión social o tienen una mayor incidencia lo cual hace que sean problemas socialmente consideradosAsí, de los innumerables problemas en toda sociedad, sólo algunos dan el tránsito a ser problemas socialmente considerados y este tránsito se debe a la intromisión de actores en el proceso de toma de decisiones. 

El abanico de actores son los denominados grupos de interés o grupos de presión y son de tres tipos. Los políticos, son los partidos y los movimientos y dentro de éstos están, por ejemplo, la guerrilla, actor que en algunos países es casi un mal endémico, tanto que los guerrilleros se mueren de viejos. Los actores económicos, son los conglomerados económicos, grupos financieros y asociaciones mercantiles y monetarias. Los actores de tipo social, son los movimientos sociales u organizaciones gremiales. Todos pretenden -mediante distintas estrategias- presionar al Estado para que considere un determinado problema como político, es decir, de carácter general y tenga que formular propuestas en términos de política pública. Aunque ningún actor se puede incluir exclusivamente dentro de alguno de estos tres tipos, lo que si es cierto es que cualquier problema de un gremio o sector, a pesar de que son de orden sectorial, particular o privado, tienen -como alternativa- para resolver el problema, hacerlo público, ejerciendo presión (Cabildeo) sobre el Estado y buscando que lo considere tan importante que lo incluya en su agenda y formule respuestas en términos de políticas públicas. Se da así un tránsito de una situación subjetivamente existente, a una situación objetivamente considerada, precisamente por la intervención de actores en su concreción y evaluación.

Por todo lo anteriormente expuesto, bien vale la pena aceptar el sabio pensamiento de Bismark quien acertadamente aseguraba que las Políticas Públicas son como las salchichas: que a todos nos gustan… pero nadie quiere saber cómo se elaboran… definitivamente, en las políticas Públicas “ojos que no ven, corazón que no siente…”