“Nuca hay que confundir movimiento con acción” E. Hemingway

La estrategia es un tema importante en Politing y en todos los ámbitos de nuestra vida, pues fue con “estrategia” como nuestros ancestros Neandertales, fueron superados por nuestros abuelos los Cro-Magnon y el Hommo Sapiens, al ser capaces de desarrollar y poner en marcha, nuevas “estrategias” de supervivencia. Al infeliz ratón hamsted -es su inútil carrera estática dentro de la rueda- lo que le falta es desarrollar una estrategia para salirse de su círculo infernal, dentro del cual no se mueve del lugar. Hay que aprender es del tiburón que si no se moviliza, no respira y se muere.

Si la estrategia es la creación de una posición “única” que ofrezca “valor” preservando lo que es distinto -con respecto a la competencia- e implica un conjunto de actividades diferentes o actividades similares realizadas en forma diferente, los procesos, sistemas y la misma estructura de la campaña tendrán que estar alineados con ella.

Una regla para desarrollar estrategias de Politing es definir el público objetivo y hacer más por ellos, encontrando qué es lo que “NO” les gusta y evitar hacerlo, lo cual requiere invertir tiempo estudiando el mercado y entendiendo su funcionamiento.

Si la estrategia, entonces, tiene que ver con hacer las cosas de un modo diferente al de los competidores, la mayoría de las campañas carecen de estrategia, pues casi todas “siguen al líder”. Si es diferente pero fácilmente imitable, la estrategia es débil, pero si es totalmente diferente y difícil de imitar, es una estrategia fuerte y sostenible.

De acuerdo con lo anterior, las campañas con una estrategia de Politing única, fuerte y sostenible, se caracterizan por tres cosas: definen su mercado objetivo y las necesidades a satisfacer, desarrollan una propuesta de valor única y distintiva para su mercado y cuentan con una red que coopera para proporcionarle a los electores la propuesta de valor prometida. Es decir, lo que Kotler llama las 3V’s. Value Target (Valor para el público objetivo), Value Position (proposición valiosa) y Value Network (una red de colaboración valiosa). Las campañas con estas características no pueden ser copiadas fácilmente debido a la alineación única entre procesos y actividades, es decir, entre estructuras y medio ambiente, entre su interior y su entono.

Toda campaña debe crear su propia estrategia de Politing para saber “cómo-llegar-al-mercado-de-electores” y el número de caminos y alternativas para acceder a ese mercado es inmenso: representantes, aliados estratégicos, activistas del partido, activistas del candidato, colaboradores que añaden valor, telepoliting, Intranet, Extranet, páginas Web, correo electrónico, rifas, subastas, fax, correo directo, periódicos, televisión…etc. Indudablemente, los cambios en la política se producirán en la logística, con nuevos métodos para llegar los “ciudadanos-electores objetivo”. Para ello, es conveniente dilucidar las “posiciones competitivas” de las campañas y de las organizaciones políticas, pues sin importar su tamaño, antigüedad o estilo, todas, difieren en cuanto a sus objetivos y recursos. Por eso es conveniente analizar las estrategias competitivas con base en los papeles que desempeñan y determinar si son “líderes”, “retadores”, “seguidores” u “ocupantes de nichos”.

El “líder” tiene la mayor participación en el mercado electoral y los otros lo imitan. El “retador” no ocupa el primer lugar pero lucha por incrementar su participación en el mercado electoral. El “seguidor” es el que no ocupa el primer lugar y quiere conservar su participación, sin hacer olas. El “ocupante de nicho”, atiende muy bien aquellos segmentos pequeños que frecuentemente las otras pasan por alto.

El pensamiento estratégico tiene que ver con la planeación y con la acción: con la formulación de la estrategia y con su necesaria implementación. Y es que anticiparse a algo o a alguien, no tiene mayor sentido si no sirve para esclarecer la acción. Por eso, la prospectiva y la estrategia van unidas y son indisociables y de ahí viene la “prospectiva estratégica”. Adicionalmente, la complejidad de los problemas y la necesidad de plantearlos colectivamente imponen la necesidad de recurrir a métodos y soluciones que sean reconocidas y aceptadas por todos, pero como existen varios futuros posibles, se deben planificar las acciones para algunos de ellos y encontrar la manera de alcanzar los objetivos en cada uno. Por eso, lo que realmente importa -además del resultado- es el mismo proceso de pensamiento estratégico que conjugue la intención con la acción.

Así, para que el candidato no desaparecer del planeta o se esfuerce sin futuro -como el infeliz hamsted en la rueda- debe tener una estrategia que sea única, diferente y consistente con lo que es, tiene y pregona. De lo contrario corre el riesgo de seguir los pasos del gerente de Politing que aseguraba que había contado las estrellas y que eran muchísimas..!