“Mi esposo es la cabeza de la familia…pero yo soy el cuello, que mueve esa cabeza cuándo, para y dónde a mi se me da la gana.” Mi abuela.

 

Lo decía la abuela…y tenía razón: hay que ponerle cuidado a esos “cuellos” (asesores y/o consultores y/o consejeros)… esos “segundos”, que son los que le abren los ojos, instruyen, iluminan e influencian a los políticos y les hacen mover la cabeza para uno o para otro lado.

 

Y es que los Policy Advisor, son aquellos que esbozan enseñanzas, hacen observaciones, trazan recomendaciones y perfilan indagaciones…útiles y rentables para los tomadores de decisiones, los gestores políticos, los políticos profesionales…y hasta para los politólogos.

 

Para comprenderlo mejor, imaginémonos al gobierno como una “máquina política”. Como tal, los políticos son los que la operaran. Sin embargo, tras bambalinas (detrás de las cortinas), están las personas que ensamblan, acoplan, enchufan, articulan, aceitan y afinan esa “máquina política”. Esos son los Policy Advisor que funcionan como los ingenieros y/o técnicos de la Política y tienen la importante y decisiva tarea, de asistir en la hechura y ayudar en la elaboración de las Políticas Públicas, tal y como lo haría un técnico que asiste y colabora en la instalación, mantenimiento, acople, ajuste y reparación de las piezas de esa “máquina política”. Más aún, para hacer una Política Pública, el asesor/consultor/ consejero, recurre y elije la pieza que le es más útil y que mejor le sirve, sin importar el color. Es decir, la implementación puede ser apartidista (sin color político). Adicionalmente, esa Política Pública tiene un sinnúmero de asuntos propios, particulares y específicos de cada sector, campo o área (migración, educación, salud, medioambiente, infraestructura, defensa, género…). Por eso, es imposible encontrar esos sudo-expertos “tododeros” que saben de todos los campos de la Política Pública, pues una cosa es trabajarlas en el sector salud y otra -muy distinta- hacerlas en educación, medioambiente o defensa. El Policy Advisor, entonces,  tiene que estudiarla, entenderla, comprenderla y ser experto en esa clase de Política Públicaconcreta, para poder aconsejar sobre su diseño, hechura, formulación e implementación.

 

Recordemos que los Políticos (quienes hacen la Política como Proceso (politics) y son elgidos por el pueblo), tienen un perfil bien distinto de los Policy Advisor(quienes hacen la Política como Resultado (policy) y son contratados para hacer las políticas publicas espcíficas). Por eso, quien debe estudiar Política Pública NO es el Politólogo, sino el “Policy Advisor”: asesor, consultor, consejero: aquellos  que tienen que hacer que las cosas se hagan.

 

Es necesario, entonces, conocer y comprender estas importantes diferencias, sobre todo para que los Políticos que intenten gobernar con la derecha y cobrar con la izquierda, tengan a su lado un buen Policy Advisor que muy bien sepa con quien sí, con quien no y con quien nunca.

 

@CarlosSalazarV