La actuación de la Fiscalía General de la República, a mitad de sexenio, no tiene contentos a muchos en el interior de la dependencia, al parecer tampoco al fiscal general que la encabeza Gertz Manero.

 

Ahora el encargado de la procuración de justicia a nivel nacional ha emprendido una reestructuración masiva en la fiscalía, la cual tiene descontentos a cientos y ha puesto a temblar a muchos más por la forma en que estos están siendo despedidos con oficios confusos y nada claro en su contenido. 

 

Poco antes de iniciar el receso de fin de año, distintas versiones comenzaron a alertar al personal sobre los despidos masivos y presuntamente injustificados en algunas áreas de la FGR.

 

De acuerdo con las versiones, en semanas recientes han sido destituidos cientos de agentes del ministerio público, peritos y policías, adscritos a distintas delegaciones estatales de la Fiscalía General de la República, con el argumento presupuestal razones para pedirles sus renuncias voluntarias.

 

Según refieren algunos afectados a este medio informativo, se trataría de un plan progresivo y estratégico, en una primera etapa, involucraría a unos 500 elementos, pero que llegaría a más de mil funcionarios.

 

En su mayoría, son los oficiales despedidos policías ministeriales pertenecientes a la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes, a pesar de las supuestas limitaciones presupuestales de la fiscalía, están recibiendo ofertas de entre 250 mil y medio millón de pesos, como indemnización final.

 

De acuerdo con denuncias de funcionarios destituidos, no hay oportunidad de inconformarse ante tal decisión más que con un costo y tedioso amparo; la intención real dice algunos es sustituirlos a los agentes despedidos por militares.

 

Con un alto número de impunidad por los cielos y con los grandes casos de corrupción sin lograr ser resueltos, la fiscalía de Alejandro Gertz Manero, es quizá la dependencia federal más cuestionada del sexenio de la Cuatro T.